-Yo creo que este año y al margen del descenso de cuatro equipos y de los defectos que hemos tenido, y soy el primero en reconocer que fueron muchos, se hizo una buena labor de captación después de encontrarnos sin jugadores y sin medios materiales, porque no teníamos ni balones. Lo que pasó no es normal, pero estoy seguro de que en un par de años La Toba volverá a ser un referente en la comarca y en Asturias.

José Manuel Muñiz afronta el segundo año consecutivo como director de la escuela de La Toba con el resquemor de la pasada temporada, en la que descendieron por primera vez el cadete A, y el infantil A, además de los dos alevines y del filial, que no se pudo mantener en Preferente con el propio Muñiz al frente. Fue la consecuencia de una pretemporada en la que imperaron las prisas tras la marcha de John Clarkson y su equipo, que dieron la baja a casi todos los jugadores del filial y de la escuela, incluido un equipo cadete completo.

-¿Cambiará este año la tendencia a la baja de La Toba?

-Trabajamos para ello porque nuestro objetivo es reflotar la escuela, pero tal y como me la encontré tenía y tengo claro que no es cuestión de un año ni de dos porque el Avilés siempre tuvo que dejar niños fuera porque no tenían cabida y cuando llegué había equipos sin jugadores. Al final logramos salir con todos, pero hay que dar pasos poco a poco, sin prisa y sentando bases muy firmes. Por esto entendemos que hay que fijar un reglamento, unas normas básicas y sencillas de comportamiento para los jugadores, técnicos y padres que todo el mundo acepte y respete. Y quiero tenerlo para finales de este mes, antes de que empiece la temporada para que nadie se llame a engaño. Es algo normal que funciona en todas las escuelas de fútbol.

-Xiel, Juanjo Prendes, Nacho Azpiazu, Angulo y usted de coordinador ¿Cómo eligió el equipo redactor de las normas?

-Me fijé en gente que conoce muy bien el club y que tiene mucha experiencia. Nacho Azpiazu, por ejemplo, que estuvo con nosotros y en Mareo, nos va a aportar mucho y entre todos vamos a intentar hacer un trabajo sólido.

-¿Cuál es el objetivo último?

-Sobre todo que todos tengamos claro lo que significa estar en el Real Avilés. Y creo que en cuanto la gente se de cuenta de que el funcionamiento es ese no habrá ningún problema. Seguro.

-¿Qué se pedirá a los niños?

-Lo que buscamos es que cuando un niño entre en La Toba acabe aquí el ciclo formativo como persona y deportista, y que termine siendo jugador del primer equipo, que es la idea.

-¿A los padres?

-Es lo mismo, los padres también forman parte del Real Avilés y yo este año vi en La Toba comportamientos que hay que cortar. Entiendo que todo el mundo quiere que sus hijos sean futbolistas y que de fútbol sabemos todos, pero yo quiero que les hagamos entender que el tiempo que el niño esté en la escuela el entrenador es el responsable, y hay que respetarle y dejarle trabajar.

-¿Y a los entrenadores?

-Ellos tienen que saber lo que hay que enseñar en cada ciclo de formación para que todos vayan a lo mismo. El niño hasta infantiles necesita determinadas pautas, en cadetes hay que incidir en otras cuestiones y en juveniles lo mismo. Las etapas de formación son distintas y hasta que se llegue a la etapa competitiva lo que se pretende es que el niño disfrute, al igual que los padres viendo al chaval. Es malo pensar que a los 9-10 años sólo importa ganar.

-¿Por qué tanta renovación este año en los banquillos?

-Si, hemos cambiado la mayoría, y no digo que los del año pasado fueran malos, pero hay que intentar que sean los mejores porque los entrenadores-educadores son básicos. Yo veo ahora un grupo muy bueno, con gente joven con ilusión y otra con mucha experiencia que hemos recuperado para la escuela como Angulo, Peña o Mendoza, entrenadores-educadores de toda la vida que yo me alegro mucho que estén aquí porque forman parte del club.

-¿Cuáles son los objetivos deportivos para este año?

-Lo primero seguir mejorando y en general intentar el ascenso. Tenemos un buen juvenil en Primera que intentaremos ascender a Liga Nacional para nutrir al División de Honor. También hay un buen bloque de infantiles que pasa a cadete y va a ser un equipo competitivo. De ahí hacia abajo, insisto con pausa, tranquilidad y haciendo las cosas bien, se puede volver a reconducir la escuela porque hay buena gente.

-¿Se fueron muchos jugadores este año a otros equipos?

-No, al principio de habló de que muchos se iban a marchar pero al final se fueron los habituales al Oviedo y Sporting, algo que siempre pasó porque este club fue históricamente formador de jugadores para los dos grandes y los padres deciden, pero la mayoría se quedó porque ven que hay voluntad de mejorar y que tienen un División de Honor, el último peldaño de la escalera de formación, que les permite cerrar el ciclo sin moverse de casa.

-¿Y los medios materiales?

-En eso estamos, en pedir al club que nos dote de medios. El año pasado fue difícil, hubo mucho que hacer porque no había nada, pero este año ya hay algo y se irán haciendo más cosas porque los que realmente vivimos el club pensamos que hay que volver a poner esto donde tiene que estar, no sólo el primer equipo si no lo que viene detrás. Y es lo que exige la afición y la gente que se preocupa del Real Avilés, que es mucha, exigente y entendida al margen de que vaya al campo.

-¿Está el club por la labor?

-Sí, sí. Doy fe de que al club le importa y le preocupa la escuela.

-¿Cómo va la formación de las plantillas?

-Están casi cubiertas. El División de Honor pensamos que va a ser competitivo y en el resto se hará lo mejor posible. Ya tuve reuniones con padres de cadetes e infantiles y, reconociendo que este año hemos hecho cosas mal, les pedí tranquilidad porque todo a la vez no se puede hacer y creo que lo entienden porque ven que en el club había unas carencias que intentaremos subsanar.

-¿Saldrán todos a competir?

-Sí, sin problemas. Incluso tenemos la idea de sacar un alevín más, en total cuatro, con uno en Segunda y tres en Tercera. Y nos falta muy poco para lograrlo.

-Es triste hablar de tantas penurias de una escuela que es pionera en España...

-Claro. Y lo es aún más porque tenemos la posibilidad de comparar lo que fue y lo que nos encontramos el año pasado. Cuando yo entrené al División de Honor daba gusto porque se delegaban muchas cosas de la escuela del día a día en gente que sabía lo que tenía que hacer. Estaba todo organizado, con sus fallos, pero eran mínimos y enseguida se corregían. Eso es lo que nos falta ahora porque la gente ni siquiera sabe a quien tiene que dirigirse para determinadas cosas. Ahora, con la experiencia del año pasado, y con más tiempo esperamos avanzar en estos asuntos.

-¿Es vital el próximo año para el futuro del Avilés?

-Yo creo que si. Hay que intentar dar un poco más a todos los niveles. Sería importante que el primer equipo fuera un referente en la categoría y consiguiera el título para afrontar el ascenso.

-¿Y para concluir?

-Dar las gracias a los que colaboraron el año pasado en la escuela, que a lo mejor no estarán este año, porque nos encontramos con un solar y poco a poco fuimos cerrando muchos frentes.