El colombiano Nairo Quintana asumió el despiste que permitió al británico Chris Froome marcharse en el descenso una vez coronado Peyresourde y lograr una ventaja de 13 segundos en la general más los 10 de la bonificación por haber ganado la etapa.

"El equipo ha estado excelente y lo que pasó en la parte final fue un despiste mío", asumió el jefe de filas de Movistar, equipo en el que reinaba la incomprensión por el despiste de su líder.

Froome había lanzado un ataque en la última rampa del puerto, a pocos metros para coronar. Quintana, que había seguido su rueda, se despistó un segundo para agarrar un bidón de agua. Cuando se quiso dar cuenta, el británico tenía ya unos segundos de ventaja que la llegada de Alejandro Valverde al frente del grupo de caza no lograron colmar.

"No entiendo como (Quintana) se ha quedado siendo para abajo", dijo el segundo del Movistar, que felicitó a Froome por su gran descenso del puerto.

El mismo estupor que tenía el director del equipo, Eusebio Unzue, que consideró que el colombiano "no fue capaz de reaccionar".

"No esperábamos el ataque de Froome en el descenso, pero lo cierto es que Nairo no ha sido capaz de reaccionar al salto de su rival, que ganó unos metros y luego fue imposible reducir la diferencia", aseguró el preparador.

Durante los días previos a las etapas pirenaicas, el Movistar había repetido que estaban alerta al ataque de Froome en ese macizo. Ahí fundó su triunfo en 2013, con un ataque a las primeras de cambio en las rampas de Aix-3-Domaines. El año pasado repitió el esquema con la victoria y el liderato en La Piedra de Saint-Martin, donde consiguió una renta que luego solo tuvo que ir administrando en las dos semanas siguientes.