A la tercera... tampoco. El asturiano Dani Navarro (Cofidis) volvió a ser protagonista ayer en el Tour pero su esfuerzo quedó de nuevo sin recompensa. Tercero en el Lac de Payolle y cuarto en Arcalis, el gijonés concluía ayer tercero en el Mont Ventoux tras un final rocambolesco en el que Chris Froome corrió a pie hacia meta tras un incidente provocado en el ascenso al frenar una moto obligada por el público. Aun así, y tras la reunión de los jueces, conservó el maillot amarillo.

Lo nunca visto en carrera alguna. Inédito. Cómico. Triste. La jornada del Ventoux acabó con un festival de imágenes desconcertantes. Mientras el belga De Gendt levantaba los brazos tras imponerse a su compatriota Pauwels y a Dani Navarro en el sprint final, en el grupo de favoritos se habían destacado Froome, Richie Porte y Bauke Mollema. Les quedaban dos kilómetros hasta meta cuando en el estrecho pasillo de público Porte chocó contra una moto y sobre él caían Mollema y Froome, quien sufrió una avería mecánica en su bicicleta.

Mollema fue el primero en reincoporarse a la carrera, seguido de Porte. Pero Froome no pudo hacerlo por culpa de una avería en su bicicleta. Y el defensor del título optó por correr a pie hacia meta, mientras trataba de pedir otra bici. El primero en dársela fue el coche de asistencia, pero no le entraban las calas de las zapatillas y no conseguía pedalear. Volvió a bajarse, a correr a pie. Entonces ya le habían sobrepasado el grupo de Quintana y Valverde. Cuando llegó el coche de su equipo había perdido minuto y medio respecto al líder del Movistar, pero al final el jurado le daba el mismo tiempo que a Mollema, con quien iba escapado en el momento del incidente, al igual que hizo con Porte.

Finalmente el maillot amarillo no cambió de aires. Froome, tras la incertidumbre, subió al podio como líder. Aventaja en 47 segundos a su compatriota Adam Yates (Orica), en 54 a Nairo Quintana (Movistar) y en 56 al holandés Bauke Mollema (Trek). Con tanto lío por detrás a Dani ni se le vió cruzar la línea de meta.

Con los seis kilómetros finales de ascenso al Mont Ventoux cortados precisamente por culpa del fortísimo viento, la jornada comenzó con ganas de batalla y una escapada de trece corredores en la que volvía a entrar Dani Navarro. El pelotón en principio ni se inmutó y permitió que la ventaja superara los 18 minutos.

El Etixx rebajó la renta, pero los fugados llegaban a las primeras estribaciones del Ventoux con 9 minutos. Renta suficiente. En los primeros muros del Chalet de Reynard se descompuso la avanzadilla y en cabeza quedaban el asturiano con los belgas Pauwels y De Gendt.

Pauwels y Dani parecieron dejar a De Gent a 7 del final, pero un par de kilómetros después el trío se recomponía. De Gent llegó y atacó, y el que cedió entonces fue el gijonés, aunque hizo un último esfuerzo y volvía a unir al llegarse al kilómetro final. Pero quedó sin fuelle para disputar la victoria en el sprint, claramente ganado por De Gent, nuevo líder de la montaña.

Por detrás, el caos de la caída de Porte, Mollema y Froome y la polémica por la decisión de los jueces con los tiempos.

Hoy se disputa la decimotercera etapa, una contrarreloj individual entre Bourg-Saint-Andéol y La Caverne Du Pont D'Arc, de 37,5 exigentes kilómetros, los tres últimos en subida, que abrirá diferencias en la general.