El mierense Eduardo Álvarez Gil va a echarle una mano a Pep Guardiola en su nueva aventura al mando del Manchester City. Más bien a sus futbolistas, porque el asturiano ha fichado por el club inglés para formar parte de su equipo de fisioterapeutas.
Álvarez Gil, que se incorporó el pasado lunes a los "citizens", tiene una dilatada trayectoria profesional dentro del mundo del fútbol de primer nivel a pesar de su juventud, pero asegura que la llamada de un equipo como el City es un auténtico sueño. "Estoy muy contento. Para un profesional al que le apasiona la fisioterapia deportiva es un verdadero privilegio entrar a formar parte de un club tan prestigioso y hacerlo para trabajar al lado de Guardiola y de todo su equipo", asegura el mierense.
La llegada de Eduardo Álvarez a Manchester ha quedado reflejada en las páginas de algunos periódicos de gran tirada. Es lo que tiene salir a tomar una caña con uno de los entrenadores con más cartel del mundo en un país en el que los fotógrafos de los diarios sensacionalistas nunca descansan. El asturiano apareció ayer en la sección de deportes de "The Sun" mientras disfrutaba de una cerveza y unas tapas con Guardiola en un restaurante español del centro de la ciudad. El periodista que redacta la noticia describe a Eduardo Álvarez como un amigo del "míster", pero lo cierto es que el asturiano va a ser determinante para que futbolistas de la talla de Agüero, De Bruyne, Hart o los españoles Silva, Navas y Nolito, entre otras muchas estrellas, estén en plena forma.
La trayectoria que ha llevado a Eduardo Álvarez hasta la Premier ha sido meteórica, pero como todas las carreras, tiene un punto de partida. Allá por el 2008 comenzó a tratar al turonés Sergio Díaz, que jugó en los filiales del Oviedo y del Madrid y que en 2008 firmó con el Hércules. Más adelante se lesionó Manuel Ruz, lateral derecho del Valencia que estaba en el Hércules. Le llamó y Álvarez fue a verle a Valencia. Estando en su casa apareció David Silva con problemas y le preguntó al asturiano si le podía echar un vistazo. Debió de hacerlo bien porque el internacional español nunca volvió a separarse de él y confió en su pericia para ser su fisio personal. Después lo hicieron otros muchos, como Cazorla, Mikel Arteta, Manu García o Michu.
Álvarez Gil ya se ha establecido en Manchester y pronto llegarán sus hijas y su mujer para iniciar una etapa ilusionante. Sin ir más lejos, los próximos viajes con el equipo son a Alemania y a China. Pero avisa: "La clínica de Mieres sigue abierta y seguiré supervisándolo todo. Además, dejo a los profesionales con los que he trabajado 14 años para que se ocupen de todo y son espectaculares. Los pacientes están en buenas manos".
