"Es un lugar ideal para desarrollar una mejora competitiva", afirman desde el cuerpo técnico rojblanco. Apenas cien metros separan el campo de entrenamiento del hotel, mucho menos la piscina y el gimnasio municipal del que también dispone el Sporting en Arcos de Valdevez. La villa portuguesa registra ajetreo en plena época estival, especialmente en la playa fluvial que se sitúa frente al hotel de concentración, pero lejos de agobios o apreturas. El Sporting pasó prácticamente desapercibido en su llegada al hotel de concentración. Hoy se espera la afluencia de algún seguidor rojiblanco al partido.