"Dentro de las posibilidades económicas que tiene este año el Marino, creo que estamos haciendo una plantilla muy competitiva y, sobre todo, muy comprometida con el Marino. Hay que resaltar que la mayoría de los jugadores viene por lo que es el club y por el proyecto deportivo que tenemos, porque muchos han tenido ofertas mucho más interesantes. Hay que agradecérselo", sentenció ayer el entrenador del Marino de Luanco, Adolfo Pulgar. El equipo comienza mañana los entrenamientos, y lo hace con la ilusión de hacer una gran temporada.

Y es que el gusanillo del fútbol ya empieza a picarle a él y a sus pupilos: "Acabas hasta arriba, pero enseguida llega el mono y con los años que tengo creo que será difícil que se me cure ya. Estamos ilusionados, porque ya tuvimos el descanso que había que tener y la gente está con ganas, lo sé también por los jugadores, que me dicen que me lo dicen y se les nota", afirmó el entrenador. Por el momento, el equipo se entrenará en Miramar, empezando por mañana, a las 10.30 horas. "Vamos a aprovechar todo lo que podamos el campo", añadió Pulgar.

El técnico tiene claro que esta pretemporada va a ser intensa, pero agradable para los jugadores, una manera de que estén más concentrados y asimilen mejor los conceptos: "Creo que como todos los equipos. La preparación física va evolucionando, estamos trabajando con más volumen y menos carga. El balón va a ser protagonista siempre, porque es la herramienta del futbolista", explicó Pulgar. Para llevar el peso de estos primeros entrenamientos de la pretemporada, cuenta con Marcos Fernández, el preparador físico que ya le acompañó en el Tuilla. "Es hombre de fútbol, capaz de adaptar lo que quiere un entrenador a su faceta del trabajo. Nos ayuda a mejorar en el trabajo y a que el futbolista esté más contento, que al final cuando hay balón de por medio, lo agradece", señaló el técnico.

También será una pretemporada muy cargada de partidos, algo a lo que el entrenador da mucha importante. "Lo que vamos a intentar que cuando nos toque la Copa de miércoles jugar amistoso de sábado y cuando toque de sábado, jugarlo el miércoles", explica el entrenador. El primer partido de la pretemporada lo tendrán el miércoles 27 de julio, ante el Gozón en Miramar. "A parte de ser un buen trabajo físico, permite rotar a la gente e ir cogiendo ritmo de competición, que es lo que se necesita. Además, es la mejor forma de trabajar los aspectos tácticos, porque no es lo mismo entrenar que plasmarlo en la realidad ante un rival", señaló el entrenador.

Pulgar sabe que queda mucho trabajo por delante, pero al menos tiene la base para afrontar una temporada en la que el objetivo vuelve a ser estar entre los cuatro primeros y luchar por el ascenso a Segunda B.