El presidente del Marino, Luis Gallego, no oculta su ilusión ante la próxima temporada después de dos años de mucho sufrimiento con el descenso del equipo desde Segunda B como colista y la pasada temporada porque el equipo tardó en entrar en competición, aunque al final logró dos de los objetivos marcados: el título regional de la Copa Federación, y el play-off. "Faltó la guinda del ascenso pero lamentablemente nos condenaron los errores individuales porque el equipo fue muy superior al Gavà, que al final logró subir", señala.

El club sufrió un importante revés este año en el aspecto económico con la reducción de la subvención municipal en 40.000 euros, pero Gallego asegura que eso le da aún más fuerzas para luchar. "Parece que tengo más ganas que nunca de sacar el barco adelante porque creo que lo que nos pasó este año no es justo y entre todos vamos a demostrar la importancia que tiene el Marino para el pueblo", explica.

La situación es difícil, pero Gallego afirma que está controlada. "El tema económico está solucionado porque esa deuda que nos queda de 27.000 está asimilada y nadie se va a quedar sin cobrar". Y se explica: "Tuvimos que hacer plazos para abonar algunas cantidades, algo que nunca había hecho el Marino estando yo de presidente, y ahora sabemos que tenemos que multiplicarnos para trabajar y sacar más dinero en publicidad y otros ingresos".

En el aspecto deportivo todo va según lo planificado. El equipo lleva apenas cuatro sesiones de entrenamiento, pero las sensaciones que deja son "muy buenas" en opinión del presidente. "Se ve que la gente está a gusto y tienen mucha ambición de hacer algo importante por el club y por ellos mismos ya que la mayoría tienen edad para decir algo en el fútbol, como sucedió con Titi, Sergio Prendes o Jony. Y saben que ellos pueden ser los siguientes".

La nueva plantilla ofrece garantías porque todos los jugadores ya demostraron su potencial en la categoría a pesar de su juventud y, sobre todo, porque al frente está Adolfo Pulgar, un técnico al que gallego coloca "un peldaño por encima" del resto. "Pulgar es el primer acierto porque en mi opinión es, junto con Quirós, lo mejor que tenemos sin desmerecer a jóvenes como Paco Fernández o Iván Ania que seguro llegarán lejos", aseguró para añadir unas palabras de reconocimiento a Blas García, el técnico del pasado año. "Acabé encantado con él como persona y como trabajador. Lo hizo todo como tenía que ser, pero la plantilla no llegó a rendir en momentos importantes de la Liga, aunque al final sacó la casta y dio un fuerte tirón para meterse en el play off. Y en la liguilla estuvo muy bien".

El presidente luanquín fija dos objetivos importantes para esta temporada. El primero es social. "Mi prioridad es que el equipo encandile a la afición, que atraiga a la gente a Miramar porque recuperar a la afición es fundamental". Gallego asume que en los dos últimos años no se acertó del todo en las decisiones tomadas y la grada lo pasó mal "porque no supimos dar con la tecla", pero está convencido de que este año se puede conseguir la vuelta al campo de los 500 fieles de antaño. "Yo creo que este año se puede conseguir porque estoy seguro de que este equipo les va a enganchar por la agresividad e intensidad con la que va a jugar".

El segundo objetivo, el deportivo, está claro. "Lo primero es meterse entre los cuatro primeros y yo creo que este año se puede luchar hasta el final por el ascenso porque dimos con la tecla". La empresa, no obstante, no será sencilla por la cantidad y calidad de los rivales. "Será otra temporada difícil y para nosotros es un orgullo poder competir con Oviedo, Sporting, Avilés y Langreo porque no hay que olvidar que somos en torno a 6.000 habitantes en Luanco y 10.000 en el concejo, y para nosotros es importantísimo esta ahí", concluyó.