Avilés, Albina FERNÁNDEZ

"Lo que necesita el Avilés es celebrar un ascenso, y ojalá que sea este año en el Suárez Puerta lleno. Ese es mi sueño, no tengo otras metas". Son palabras de Victorino Arias, que ayer fue presentado por José Luis Tamargo, asesor de Tejero para el primer equipo, como nuevo gerente del club. Arias inicia así su segunda etapa en el Avilés tras desempeñar el mismo cargo entre diciembre de 2012 y octubre de 2014 con Real Avilés Nueva Gestión.

Tamargo aseguró en la presentación que Victorino es "la pieza que nos hacía falta en la administración del club para afrontar los asuntos del día a día" y precisó que "viene con muchas ganas, las mismas que teníamos nosotros de que se incorporara". Tamargo adelantó que el nuevo gerente "no tiene limitaciones en su trabajo por parte del club" y que será él quien decida "las facetas en las que tiene que volcarse más".

La incorporación de Arias no necesariamente cierra el organigrama organizativo del club, según Tamargo. "Serán Tejero y él mismo los que decidan si se completa si se necesita a alguien más". Y añadió: "Este es el club más antiguo de Asturias, pero prácticamente llevamos un año de existencia porque después de lo que pasó empezó de cero el año pasado y estamos reconstruyendo de nuevo el Real Avilés".

Victorino explicó que sus funciones serán idénticas a las que tuvo en su primer etapa. "No quiero ser director general porque no quiero ser la cabeza visible, prefiero trabajar en segundo plano haciendo las labores que requiere el tercer club de Asturias por historia, infraestructura e instalaciones". Un club, precisó, que requiere "de un esfuerzo muy grande y de la aportación de mucha gente, por eso el que venga a aportar y sumar será bienvenido".

El dirigente avilesino vuelve a ilusionarse después de la decepción que supuso la eliminación ante el Llagostera que frenó la lucha por el ascenso a Segunda en la temporada 2013-2014. "Ahora estoy aquí para ayudar en un proyecto interesante y es un orgullo que cuenten conmigo". Y tiene claro el objetivo que persigue. "Aquí no estamos nadie para pasearnos, todos tenemos una ambición enorme de colocar al Avilés donde la corresponde pero no hay milagros, sólo trabajo, esfuerzo y una masa social que aporte para llegar lejos".

Durante los próximos días se reunirá con la gente que está trabajando en el club. A algunos los conoce de la etapa anterior y lo que pedirá a todos es compromiso, dedicación y buen ambiente porque, señaló, "es el camino para conseguir las cosas".

De la situación pasada del club prefiere hablar poco, pero recuerda que el pasado año tuvo un momento en el que "se hundió" en todos los aspectos, tanto la escuela como el primer equipo con el descenso. "Ahora intentaremos entre todos reflotar este Real Avilés lo antes posible. Fue una grandísima pena la pérdida de categoría y los pasos adelante son difíciles de dar, pero lo intentaremos y con buena predisposición y trabajo se puede lograr, aunque aquí los artistas, los que pueden subir al equipo son los jugadores y el resto estamos para que tengan lo que necesitan".

Su última reflexión fue para la afición. "Lo cierto es que en el Avilés hay pocos aficionados, pero muy buenos y el apoyo de algunos de ellos me animó también a volver al club porque se agradece que se valore el trabajo que se hace", concluyó.