La plantilla del Marino volvió ayer al trabajo con buen humor después de las buenas sensaciones que dejó el equipo en el primer amistoso de la pretemporada al golear (6-0) al Gozón (Primera Regional) el pasado miércoles en Miramar. El resultado es lo que menos cuenta ahora, lo importante es que se vieron sobre el césped de Miramar las cosas que se están trabajando y que quiere ver el técnico, Adolfo Pulgar, después de cumplida la primera semana de trabajo.

Jairo Cárcaba no pudo jugar contra el Gozón y fue el único ausente ayer. Al delantero gijonés se le inflamó la rodilla derecha, que ya tiene operada de ligamento cruzado, pero el fisio del equipo, Diego Artime, dice que es normal. "Las rodillas operadas por este tipo de lesión suelen dar un poco de lata con la vuelta al trabajo, pero Jairo ya jugó el año pasado sin problemas", señaló.

Otros dos jugadores, Omar y Trabanco, que también se perdieron el amistoso del miércoles por lesión, realizaron carrera continua y ejercicios al margen del grupo. El primero tiene una pequeña contractura en el isquiotibial derecho y al entrenar a menor ritmo no jugó por precaución. Y Trabanco sufre una sobrecarga en el cuádriceps derecho y bajó el ritmo.

El resto de los jugadores entrenaron con normalidad. Alguno tiene las pequeñas sobrecargas habituales después del primer partido de la pretemporada, pero el trabajo se están desarrollando según lo planificado por los técnicos.

Llega la Copa Federación. Los luanquinos debutan mañana (19.30 horas en la Copa Federación contra el Covadonga en Miramar.