El Avilés perdió ayer su primer partido de pretemporada ante La Bañeza, con un gol de Íñigo al filo del descanso, en un encuentro marcado por el balón parado y la dureza de los locales, que hicieron que Matías, Pantiga y Marcos Torres tuvieran que abandonar el terreno de juego de La Llanera antes de tiempo si bien aunque las dolencias están pendientes de valoración no parece que revistan gravedad. El primer tiempo estuvo marcado por el calor y el juego espeso de ambos conjuntos, que no lograban llevar peligro a las metas contrarias salvo en contadas ocasiones a balón parado. Precisamente, en una falta botada a la altura de la divisoria del terreno de juego, vino el gol que desniveló la contienda. Los locales colgaron el esférici al área y, tras una serie de rechaces, la pelota cayó en las botas de Íñigo quien, de tiro cruzado, batió a Esteve, que nada pudo hacer por evitar el gol. En la segunda parte, Pablo Lago sacó al terreno de juego a los más habituales y el Avilés comenzó a trenzar mejores jugadas, si bien el peligro sólo llegaba en jugadas de estrategia. Un tiro de Jorge Rodríguez al palo, a falta de diez minutos para la conclusión del encuentro, fue lo más destacado de un partido en el que lo mejor fue volver sin lesionados de gravedad.