Año 1993. Participan en el Descenso Internacional del Sella alrededor de 1.000 palistas y hubo un enorme caos en la salida, lo que propició que hubiese varias descalificaciones. Triunfan Antonio Soto y Juan Ramón González, "Monotos", del Club Piraguas Sirio, de Cangas de Onís, paleando en un K-2 "Marca", con un tiempo de 1 hora y 11 minutos. En la modalidad de K-1 también gana otro asturiano, Monchu Cerra Prieto.

"Haber quien trae algo para solucionar éste problema", dijo, tras aquella controvertida LVII Edición Dionisio de la Huerta, el fundador de la Fiesta de las Piraguas, la última que acudió a presenciar la prueba. Puestos a ello, los miembros del CODIS logramos exponer tres artilugios con miras a la siguiente competición sellera, los cuales se probaron en el mismo río. Al final, se descantaron por los cepos ideados por Miguel Ángel Pérez Aller, de Camangu (Ribadesella), quien trabajaba en aquella época en elk almacén de piensos "Casa Atanasio". El sistema consistía en una estructura metálica con cerrojos donde los palistas introducen el mástil de la pala. Cuando se pone el semáforo en verde o, por el contrario, se da el cañonazo, como en ésta última edición, los encargados de los cepos abren todos los cerrojos a la vez impidiendo que nadie salga antes de tiempo. Este sistema empezó a funcionar en 1994, edición en la que vencen los palentinos de Alar de Rey Luis Medrano y Juan Carlos Villalobos. "En un principio pensé en que las palas estuvieran colgadas en lugar de estar en tierra, pero lo descarté por complicado. La idea de los cepos surgió por cómo sueltan las vacas en la cuadra", aseveró ayer el ideólogo del sistema, Miguel Ángel Pérez Aller, el cual ya se puso en práctica a lolargo de esas dos décadas en otras muchas pruebas, tildándolo de sistema de salida "tipo Sella". Pérez Aller fue durante 33 años miembro del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS), hasta que lo dejó en el 2013.

El sistema lo montaron Javier Mateo y Juan Antonio Ardines, empleados de Metalúrgica del Cantábrico, siendo puesto en práctica en el año 1994. "Se portaron muy bien con el CODIS, ya que salió casi a precio de costo. Además, pusieron mucha ilusión en ese trabajo", explicó Miguel Ángel, quien también fue durante varios años presidente de la Sociedad Cultural y Deportiva de Ribadesella. Incluso estuvo un año como presidente de la JuntaGestora de la Federación de Piraguismo del Principado.