"Se han torcido las cosas". La frase de la asturiana Berta García refleja el sentir de las jugadoras de la selección española de rugby a 7 tras el decepcionante debut olímpico, frente a Francia (24-7). El seleccionador español, José Antonio Barrio, consideraba clave el primer partido, ya que unas horas después tocaba enfrentarse a Nueva Zelanda, una de las claras aspirantes al título. Los temores se confirmaron y "Las Leonas" volvieron a caer con contundencia (31-5), por lo que la clasificación para los octavos de final depende de lo que ocurra en el tercer partido del grupo, ante Kenia (hoy, 16.00 horas).

Berta García contempló desde el banquillo el primer tiempo del partido frente a Francia, que acabó con 12-0 y una sensación de clara inferioridad española. Las cosas apenas mejoraron después, pese al ensayo y posterior transformación de la figura española, Patricia García, que dejó el marcador en 24-8. "No hemos sabido hacer las consignas que habíamos trabajado para este partido", dijo después Berta García.

La luanquina sí fue titular frente a Nueva Zelanda, pero no pudo evitar una nueva derrota. Las españolas mejoraron en el segundo tiempo y María Casado logró reducir distancias con un ensayo, pero luego Patricia García, escorada en la banda, falló la conversión. El 31-5 final complica mucho las opciones de que "Las Leonas" sigan en competición tras la jornada de hoy, en la que se jugarán los últimos partidos de cada grupo.

Las jugadoras españolas se conjuraron para lograr una amplia goleada frente al rival más flojo del grupo, Kenia, que ayer sufrió dos marcadores contundentes ante Nueva Zelanda (52-0) y Francia (40-7). Además de ganar, la clasificación de la selección española dependerá de los resultados de las terceras clasificadas de los otros dos grupos.

La capitana de la selección española, Elísabet Martínez, coincidió en la necesidad de golear, pero avisó que España no se puede confiar ante las kenianas. "Tenemos que buscar puntos para quedar entre las dos mejores terceras, pero sobre todo, trabajar nuestras consignas, no bajar los brazos, no creernos mejor que nadie y a por todas", comentó. Las jugadoras españolas reconocieron que el equipo tuvo nervios en el partido contra Francia y sufrió un bajón anímico al verse atrás en el marcador, aunque, según la capitana, ante Nueva Zelanda se mejoró el juego, sobre todo tras el descanso.

"Hemos conservado mejor el balón, hemos sido más agresivas en el contacto y hemos guardado el balón cuando lo teníamos", analizó Martínez.