"Pasan los años y no te das cuenta, cuando te percatas estás otra vez en el Sella y eso es síntoma de buena salud". El récordman del Descenso, Julio Martínez se mostraba así de optimista tras recoger la medalla de plata en Ribadesella. El palista cántabro sumó ayer su vigésimo podio de manera consecutiva. En esta ocasión lo hizo con José Julián Becerro en el K-2. "Tuvimos un pequeño contratiempo en la salida, ya que queríamos haber atacado desde el principio", destacaba Martínez en meta.

Su compañero de embarcación, el bañezano José Julián Becerro, reconocía que "tratamos de poner un ritmo alto para alcanzar a Bouzán y Fiuza, pero fue difícil, tuvimos que luchar desde el principio hasta el final y estamos muy contentos con este segundo puesto", destacaba.

La pareja formada por Brais Sánchez y Antonio Palma terminó en el tercer lugar. "El año pasado hicimos podio y estamos muy felices por repetir", admitió Sánchez. El gallego destacó que "Becerro y Martínez llegaron con más ritmo al final y por eso nos vencieron al sprint". Su compañero, Antonio Palma, aseguró que "es una carrera muy dura" y consideró que "tratamos de hacer el primer tramo a un ritmo muy alto", pero reconoció que "llegamos muy justos al final de la prueba".