Roser Tarragó emergió excelsa para, con sus siete tantos, impulsar a la selección femenina española de waterpolo a la victoria sobre la potente Australia (10-12) y con ello a la quinta plaza en Río, un consuelo menor tras el disgusto de cuartos pero que demostró que las chicas de Miki Oca son altamente competitivas y ambiciosas. El título se fue para Estados Unidos, que revalidó el título a lo grande, con una sucesión de exhibiciones culminada en la final ante Italia, a la que arrasó por 12-5.