El orden y un rápido tanto, a los nueve minutos, dio al Lealtad los tres puntos en la fiesta del debut del Boiro en Segunda B (0-1). El cuadro asturiano estropeó la fiesta del único novato del Grupo 1 de Segunda B. El único gol del encuentro se produjo en un córner que el central Alberto acabó rematando al fondo de la meta defendida por Pato ante la pasividad de la cobertura. Más allá del resultado, el Lealtad ofreció una muy buena imagen y en su debe quizás sólo pueda ponerse que especuló demasiado con el resultado y que aunque no llegó a peligrar de forma manifiesta la victoria, si que en la segunda parte quedó por momentos a merced de un Boiro envalentonado que plantó cara y estuvo cerca de empate.

Los de Roberto Aguirre, sin embargo, transmitieron solvencia y seriedad, además de mostrarse como un equipo compacto y bien trabajado que beneficiado por el gol estuvo muy bien posicionado en el campo y dando muestras de un gran trabajo táctico en el repliegue y en su orden estratégico.

No es menos cierto que el Boiro había reclamado un penalti en el primer minuto a Yebra que el colegiado Arias Rodríguez no señaló.

El Lealtad fue dueño y señor del duelo. Con el 0-1, el Lealtad se asentó todavía más sobre el césped, maniatando al Boiro en la zona de creación del equipo local y cargando la ofensividad por la banda de Jandrín, además de generar hasta tres ocasiones claras de gol para dejar el duelo encarrilado antes del paso por los vestuarios.

En el minuto veinticuatro, Pablo Gállego remató fuera un servicio de Robert desde la banda izquierda. A renglón seguido, David Grande erró un mano a mano ante Pato y, a falta de seis minutos para el descanso, fue Robert quien puso a prueba de nuevo al portero del Boiro tras una buena acción individual de Jandrín por el costado diestro. Pudo haber sentenciado el cuadro asturiano, pero le faltó precisión en el remate para haber dejado el partido resuelto ante un rival que nunca se fue del partido.

En la reanudación, la decoración varió con los cambios del entrenador local, Fredi Álvarez. La entrada en escena de Cano, Romay y Herbert, piezas básicas de la pasada temporada, insufló aire al ataque local, que se fue a por el empate con más corazón que cabeza.

El Boiro pudo lograr el 1-1 en el cincuenta y ocho mediante una acción de Jimmy, que se llenó de balón ante Javi Porrón. Por su parte, el Lealtad contemporizó y buscó matar el duelo al contragolpe, pero sin apenas inquietar al portero Pato. El equipo asturiano supo dormir el partido con gran aplomo y aunque no fue capaz de salir con la velocidad con la que lo había hecho en el primer período, supo manejarse en el trabajo defensivo para llegar al final sin pasar demasiados apuros.