La selección danesa, con un espléndido Mikkel Hansen, que logró ocho goles, acabó con el aplastante dominio de Francia en el mundo del balonmano. Dinamarca se impuso por 28-26, llevándose la medalla de oro, mientras que el bronce fue para Alemania tras imponerse claramente a Polonia (31-25) en el partido por el tercer y cuarto puesto.