La mala suerte se ceba con el Tuilla en forma de lesiones. El equipo dinamitero ha sufrido cinco roturas de ligamentos cruzados en las dos últimas temporadas.

El primero en lesionarse fue el defensor Enol. En las primeras sesiones de la pasada campaña, el futbolista, que había llegado procedente del Cova, se lastimó y se perdió toda la temporada. Posteriormente, con la liga empezada, el atacante Raúl también se rompía. La mala suerte para el equipo arlequinado no finalizaba ahí. Ginés se encontraba indispuesto antes de la Final de la Copa Federación frente al Marino. El defensa fue incluido en la convocatoria del duelo pero las pruebas realizadas posteriormente confirmaban los peores presagios; otra rotura de ligamentos. Sólo Ginés fue capaz de reaparecer la pasada temporada. El capitán arlequinado volvía a los terrenos de juego en la antepenúltima jornada de liga. Tanto Enol como Raúl se incorporaron a los entrenamientos, pero no llegaron a disputar minutos.

En este curso, la mala suerte sigue presente en El Candín. Diego Torres era uno de los damnificados. El futbolista, que había llegado procedente del Nalón recayó de una operado hace dos temporadas de una rotura de ligamentos.El último futbolista en lesionarse fue Dani Guardado. El defensor del Tuilla se rompió en el encuentro de Copa Federación ante el Marino de Luanco y tuvo que abandonar el choque en el minuto 15 de partido. El jugador, procedente del Roces, ya piensa en la vuelta a los terrenos de juego tras sufrir una triada.