El interés deportivo para los clubes de la Copa Federación tal y como está concebida en la actualidad es un motivo de controversia. Lo cierto es que se trata de una competición oficial entre los equipos más fuertes de Tercera, y los de Segunda B que no disputan la Copa del Rey, y eso siempre interesa para medir fuerzas pero llega muy pronto, cuando las plantillas aún están en rodaje.

El ritmo de dos partidos por semana durante el mes de agosto puede pasar factura porque es un "estrés físico" para los jugadores en palabras de Dani Balbín, el preparador físico del Avilés. "Desde el punto de vista de la preparación física está claro que la Copa llega pronto, pero es lo que hay y tenemos que adaptarnos ajustando las cargas", señaló.

El Avilés está inmerso en las semifinales del torneo y Balbín afirma que el equipo está respondiendo bien físicamente a ese ritmo tan exigente de competición. "La gente está bien y lo positivo es que todos los jugadores tienen la ocasión de competir y de coger el ritmo que se les demanda durante la temporada".

Un ejemplo de la buena progresión física, señala, es el buen partido que hizo el equipo ante el Lenense en el debut liguero. "La gente aguantó a un ritmo bastante bueno para estas alturas durante los 90 minutos y, esa es la ida, el mantener una buena línea durante todo el año". Y es que Balbín se incluye entre los preparadores que piensan que en el fútbol no se puede plantificar para estar bien en un momento determinado. "La exigencia es ganar cada domingo, y el fútbol no te permite planificar con picos de forma. Hay que ir día a día según marquen las circunstancias".

El vestuario blanquiazul es complicado desde el punto de vista de la preparación física porque hay jugadores de todas las edades y eso exige un trabajo lo más individualizado posible. "Tenemos la suerte de que los veteranos se cuidan muchísimo y en la medida que podemos individualizamos cargas, pero hay adaptarse e intentar que estén lo mejor posible todos", concluyó Balbín.