En los últimos tres años se habló mucho de los motores escondidos en los cuadros de bicicletas para sacar alguna ventaja puntual extra deportiva. Y hay algún ciclista grande que reconoce, no de manera oficial, que está convencido que en alguna ocasión le derrotaron con este tipo de trampa.

Ayer, el pelotón de la Vuelta recibió la visita de un técnico de la Unión Ciclista Internacional (UCI) para comprobar que las bicis que compiten no llevan instrumentos extraños.

Así en la salida de Cistierna un juez-árbitro con una Ttblet, que lleva un dispositivo para detectar calores de motores escondidos o imantación en las ruedas fue repasando con mucho cuidado las bicicletas de muchos corredores que iban a utilizar en la etapa camino del Naranco.

Por otra parte, en el pelotón de la Vuelta causa sensación la buena actuación que está teniendo Sergio Pardilla (Caja Rural) que en la pasada Vuelta a Asturias acabó segundo, por detrás de su compañero el británico Hugh Carthy.

Ayer, otro compañero Pello Bilbao estuvo metido en la escapada del día y el ciclista vasco que terminó noveno en el Naranco reconoce que "estábamos todos muy motivados para buscar coger la fuga del día . Se nota que queremos hacer las cosas bien y que se nos vea".

Sobre la parte final de la etapa, Pello Bilbao señala que ". En La Manzaneda ya cada uno buscaba su escapada y yo me di cuenta de que no era el más fuerte. Así que me tocó correr de forma inteligente porque entre los fugados todos nos atacábamos y subí el Naranco a mi ritmo".