El Lealtad sumó una victoria que su técnico, Roberto Aguirre, calificó de "muy valiosa" y que significa que los de Les Caleyes sumen siete puntos de nueve en juego y que acumulen su tercer encuentro consecutivo sin recibir tantos. El técnico moscón reconoció que "este triunfo nos viene muy bien porque nos enfrentábamos a un equipo que llegaba muy bien" pero es que además Aguirre destacó que "comenzar la temporada de esta forma es muy bueno. Estamos muy contentos por haber conseguido sumar los tres puntos en un partido complicadísimo ante un equipo que lo ha intentado hasta el final y por eso estamos tan satisfechos porque ha sido un triunfo muy sufrido ante un gran rival que lo ha intentado hasta el final".

A los maliayos les tocó ser consistentes en defensa y más tras el tanto de Grande como explicaba Aguirre, quien confesó que "nuestra idea era defender como defendimos; tapar los pasillos interiores y que Annunziata no estuviera cómodo y eso lo conseguimos aunque nos faltó ataque pues queríamos que en la recuperación tuviéramos más el balón para hacer más daño y lo hicimos y por eso hemos sufrido tanto". Eso sí acumulan tres particos sin recibir goles ante lo que el moscón explicó que "estamos en una buena línea defensiva y más en una faceta complicada como es que el portero tuvo el acierto de detener un penalti"

Si Aguirre se mostraba exultante tras el triunfo, Ania era la otra cara. El técnico caudalista confesó que "se nos puso el partido de cara con el penalti pero no lo matamos y luego regalamos el gol". Ese es el resumen del ovetense de un duelo que cambió pues "sabíamos que si el Lealtad se ponía por delante iba a ser muy complicado pues es un equipo que acumula muchos jugadores por detrás del balón y que defiende bien". Y ahí para Ania "nos faltó que la circulación fuera más rápido y nos costó ver los espacios".

Para Iván Ania la clave del duelo fue el tanto maliayo pues "después de su tanto no estuvimos cómodos pues nos entraron las prisas y no tuvimos tranquilidad". Eso sí el ovetense explica que "es un palo pero a veces las derrotas te ponen en tu sitio y nos hace ver que no va a ser fácil. Nos toca hacer autocrítica, ver en qué fallamos y mejorar".

El triunfo de la tarde ayer fue el tercero consecutivo de Roberto Aguirre en el Hermanos Antuña. El técnico moscón nunca ha perdido en Mieres en sus cuatro visitas y además nunca ha recibido un tanto en el coliseo blanquinegro.

A la de ayer suma otros dos triunfos. La que consiguió en el curso 2013-14 cuando entrenaba al Zamora cuando con un tanto de Montero, ahora en el Burgos, se llevó los tres puntos del coliseo caudalista. Una campaña antes, la 2012-13, también como entrenador de los del Ruta de la Plata consiguió repetir el resultado de 0-1. Esa tarde confiesa que "nunca la olvidaré" pues con el tanto del ovetense Nacho Matador el Zamora logró el billete para una promoción por la permanencia en la que acabaron logrando una salvación que parecía imposible en la capital castellana. Y, la primera ocasión en que Aguirre visitó el Antuña fue en el curso 2010-11 cuando llegó al Zamora con el curso comenzado en sustitución de Iñigo Liceranzu y arrancó un empate sin goles del campo caudalista.