El británico Chris Froome (Sky) garantizó la emoción de la Vuelta merced a una contundente victoria ayer en la contrarreloj individual de 37 kilómetros, disputada ente Jávea y Calpe, en la que Nairo Quintana, undécimo, mantuvo el liderato con una renta de 1.21 minutos que deberá defender hoy en Aitana, y Alberto Contador escaló al tercer escalón del podio.

Froome, Quintana y Contador ponían ayer las sonrisas a la jornada, mientras el asturiano Samuel Sánchez cruzaba la línea de meta dolorido y encuelto en lágrimas. El corredor del BMC, que ocupaba la séptima plaza en la general, estaba realizando una magnífica crono y había marcado el séptimo tiempo en la paso por el punto intermedio, en el kilómetro 24. Pero poco después, en el 30, sufría una caída que arruinaba todas sus ilusiones. Había iniciado la Vuelta con el objetivo de acabar entre los diez primeros de la general y lo estaba cumpliendo con creces.

Al final completaba la jornada en el puesto 93, a seis minutos y medio de Froome, y caía a la decimosegunda plaza de la general. Tras cruzar la meta fue atendido en una ambulancia y trasladado de inmediato al Hospital de Villajoyosa, donde se le diagnosticaba un politraumatismo en la espalda, cadera, hombro y brazo y costado derecho, pero afortunadamente sin fracturas. Aunque sin confirmarse de manera oficial, sus opciones de tomar hoy la salida son muy escasas.

El foco de la crono estaba puesto en los líderes de la general, pero la primera referencia no podía ser otra que la de Jonathan Castroviejo, cuarto en el Mundial de Richmond y los Juegos de Río. No defraudó el vizcaíno, pero el decorado lo cambió Froome en cuanto tomó la salida. Vestido con el maillot blanco de la combinada, se acopló a la bicicleta y despegó como un avión, motivado ante la cita que tenía marcada a fuego.

El británico superó el registro de Castroviejo por 28 segundos y metió 46 a Quintana en el control del kilómetro 12,5 .En ese punto Contador ya había desplazado del tercer lugar del podio a un hundido Esteban Chaves, doblado por Froome.

Se animaba la crono y la Vuelta. La exhibición de Froome continuó en la segunda referencia del kilómetro 24,3, donde ya aventajaba en 1.32 a Quintana. y en meta se confirmaron las sensaciones que Froome fue exhibiendo metro a metro hasta Calpe. Fue el único que bajó de los 47 minutos en su vuelo rasante.

Froome metió el miedo en el cuerpo a Quintana y Movistar y prolongó la emoción de la Vuelta. Sabe el británico que el proyecto es complicado, pero Aitana será un escenario de diversas batallas.

"Es difícil ganar a Quintana, está fuerte y tiene un buen equipo, pero hay que intentarlo. Hablaré con los chicos, a ver qué podemos hacer", dijo Froome.

Y ello sin contar con que Alberto Contador, siempre inconformista, se saque un nuevo conejo de la chistera y organice otro revolcón como el de Formigal.