La Liga de Campeones, un coto privado para los equipos españoles en el último trienio, entra en escena esta semana con 32 equipos repartidos en ocho grupos listos para emprender un camino que concluirá el 3 de junio del próximo año en el Millennium Stadium de Cardiff (Gales), escenario de la final. 32 equipos en busca de un trofeo acaparado en los últimos años por los equipos españoles, con dos títulos para el Real Madrid y uno del Barcelona en las tres últimas ediciones, en las que el Atlético, además fue finalista dos veces.

La 62.ª edición de la Copa de Europa tiene un aliciente extra para el Madrid. El poseedor de más títulos en el torneo, con once, pretende convertirse en el primer club que gana dos coronas consecutivas desde que la Liga de Campeones adoptó su formato actual en la temporada 1992-93.

La condición de campeón alienta la aspiración del Madrid. Pero también, y a la misma altura, al Barcelona y al Atlético, que han dejado su impronta en las ediciones recientes. Junto a ellos asoman el Bayern -último en lograr el trofeo antes del dominio español-, y el Juventus, finalista hace dos temporadas, a los que se unen equipos como Paris Saint Germain o Manchester City.

El club inglés ha depositado sus esperanzas en Pep Guardiola. El preparador español, que hizo campeón al Barcelona en dos ocasiones pero no pudo llevar este éxito al Bayern, afronta una nueva aventura en Manchester y el equipo no ha regateado en gastos incorporando a jugadores como al turco Gündogan, el español Nolito, el alemán Sané, el inglés Stones, el brasileño Gabriel Jesús o el meta chileno Claudio Bravo que amplían las posibilidades del grupo de Guardiola.

El preparador español iniciará el camino ante el Borussia Monchengladbach (Grupo C) en un cuarteto de equipos que completan el Celtic y un Barcelona muy reforzado en su banquillo (Umtiti, Digne, Denis Suárez, Alcácer, Andre Gomes o Cillessen) pero marcado por la insospechada derrota sufrida ante el Alavés.

El fútbol italiano no tiene un campeón desde que el Inter ganó el trofeo en Madrid en 2010. El Juventus, que no gana la Liga de Campeones desde hace 21 años, ha sido su más fiel representante en los tiempos recientes. Finalista hace dos cursos, ha ampliado sus miras con los refuerzos del argentino Higuaín, el brasileño Alves, el bosnio Pjanic, el croata Pjaca o el francés Benatia. El equipo de Turín abrirá la lucha ante el Sevilla, que de nuevo llega a la fase de grupos como campeón de la Liga Europa y con Jorge Sampaoli como nuevo entrenador, sustituto de Emery.

Y es que el hasta ahora preparador sevillista es la gran esperanza del fútbol francés y del PSG, que aspira a un salto de calidad definitivo. Dominador absoluto en Francia, pretende ampliar sus miras en Europa. El campeón galo protagonizará uno de los grandes duelos de la jornada inaugural, ante el Arsenal, otro de los animadores en la competición, en un grupo que completan el Basilea y el Ludogorets búlgaro.

El Bayern de Carlo Ancelotti ha apuntillado su plantel con el portugués Renato Sanches y el central Hummels. Empieza con la visita del debutante Rostov en un grupo, el D, que completan el PSV holandés y el Atlético de Simeone, finalista en dos de las tres últimas ediciones y con el cartel de candidato por méritos propios.

El vigente campeón, el Madrid, que apenas se ha reforzado con la vuelta de Morata y del joven Marco Asensio, irrumpe con el choque frente al Sporting lisboeta en un grupo del que es claro favorito y que completan Borussia Dortmund y Legia Varsovia, en tanto en el grupo G el campeón inglés, el Leicester de Rainieri, hará su debut el miércoles en la máxima competición continental visitando al campeón belga, el Brujas.