La gijonesa Jessica Alonso comunicó que deja de jugar tras toda una vida dedicada al balonmano. Las últimas cuatro temporadas fuera de España. "Era una decisión que tenía tomada desde hace algún tiempo. Llevaba cuatro años fuera de casa y quería volver para estar con mi familia y mi novio y también para dedicarle más tiempo a los estudios de cara al futuro" señaló Jessica.

Con todo a la gijonesa le llegaron ofertas de numerosos clubes que hicieron un esfuerzo por tratar de incorporarla a sus filas, algo que agradece pero pesó más su intención de buscarse un futuro fuera de las canchas. Jessica había hecho Delineación Industrial y luego empezó ingeniería mecánica pero coincidió con su etapa en el Itxako que apenas le dejaba tiempo libre.

"Estando en el Itxako hice un curso de masaje y me gustó así que con el paso del tiempo me planteé hacer Fisioterapia. Lo intenté ahora y cuando me aceptaron fue el momento en el que decidí anunciar mi marcha, aunque mi entorno ya lo sabía desde antes", recordó Jessica. En su memoria y en la del balonmano español en general quedará el gol marcado en los últimos segundos del partido por la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Londres que ratificaba la victoria de España y donde la selección se ganó el apelativo de "Guerreras". Además del bronce olímpico Jessica logró idéntico metal en el Mundial de 2011 y la plata europea del 2008. Jessica ganó tres Ligas, tres Copas, una Copa EHF y dos Supercopas de España con el Itako. Ganó también la Liga y la Copa de Serbia con el RK Zajekar. De Serbia marchó a Francia, primero al Le Havre y de éste al Becançon, en el que puso fin a su carrera deportiva.