Los dirigentes del deporte paralímpico español lo tienen claro: a menos dinero, menos medallas. La última prueba está en la cosecha de Río de Janeiro, con 31 podios, la más pobre desde 1980. Así lo ve también el asturiano José Alberto Álvarez García, vicepresidente del Comité Paralímpico Español, que ha contado con la mitad del presupuesto de hace cuatro años. Asturias tocó fondo en participación desde Barcelona-92, con sólo dos representantes, aunque la plata de Alberto Suárez Laso en la maratón y el diploma de Liliana Oliveros en tiro con arco suaviza la decepción.

Desde Barcelona-92, los primeros Juegos Paralímpicos con representación, Asturias nunca había bajado de cuatro deportistas. Y sólo en Pekín 2008 quedó en blanco el capítulo de medallas. Eso sí, las dos últimas ediciones se han salvado por el monocultivo de la maratón, gracias al oro de Alberto Suárez Laso en Londres y a la plata de Río. El propio Suárez Laso explicaba antes de viajar a Brasil que no hay relevo a la vista.

Un poco más optimista se mostró José Alberto Álvarez, que vivió en Río sus segundos Juegos como miembro del Comité Paralímpico Español. Además de Suárez Laso y Oliveros, Álvarez ve a dos asturianos con opciones de estar en Tokio: el lanzador de disco y peso David Fernández, del Tineo Atletismo; y la nadadora de 16 años Adriana Pérez, del Club Mareastur de Oviedo. En todo caso, para que haya más donde escoger, José Alberto pide apoyo a las instituciones para que los clubes cuenten con medios en sus centros de tecnificación. También para que se pueda incrementar el volumen de organización de eventos para personas con discapacidad.

Sobre el bajón en el número de medallas, José Alberto Álvarez también apunta a la globalización, con la llegada de paises que ponen más difícil el acceso al podio. Por eso valora el rendimiento de los asturianos: "La plata de Alberto sabe a oro por las condiciones tan duras en las que se celebró la maratón. Y tiene mérito el diploma de Liliana porque era su primera participación".

Álvarez regresa con sensaciones encontradas sobre la organización: "Fue un poco caótica, a ritmo brasileño. Hubo muchos problemas de transporte al no habilitar un carril olímpico. También de logística en las instalaciones, por deficiencias en la información y señalizaciones. También es verdad que todo eso se compensaba con la amabilidad e implicación de los voluntarios".