Avilés y Langreo volverán a verse las caras el próximo domingo por tercera vez en menos de un mes puesto que ambos disputaron la semifinal de la Copa Federación, que cayó del lado blanquiazul. Pero la Liga es diferente y el nuevo derbi de Ganzábal (17.30 horas), será especial para el lateral izquierdo Manu Blanco y el central Diego Nuño, dos blanquiazules que militaron durante las últimas temporadas en el club langreano y a los que se les hace difícil pensar en ocupar el vestuario visitante. Los dos destacan los buenos momentos vividos como azulgranas y esperan un buen recibimiento desde la grada.

"Tengo muy buenos recuerdos de allí, pienso que me llevaba muy bien tanto con la gente del club como con la afición y espero un buen recibimiento, aunque soy consciente de que la rivalidad existente entre los dos equipos algunas veces conlleva algunos silbidos,", señala Manu, que militó tres años en el club. "Espero que me reciban bien porque lo di todo por el Langreo y será bonito volver porque nunca tuve problemas con nadie", señala Nuño, que fue capitán. "Voy con la camiseta del máximo rival, pero en la vida hay cambios y después de cinco buenos años vividos allí voy a defender a mi equipo y a intentar hacerlo lo mejor posible", añade.

Manu llegó al Langreo desde el Avilés y aunque ya vivió los derbis con las dos camisetas, siempre son partidos especiales. "Hay una rivalidad que se palpa tanto dentro como fuera del campo que hay que saber llevar, y yo espero un partido con mucho ambiente, como todos". En términos similares se manifiesta Nuño. "Langreo y Avilés siempre es un partido atractivo y de mucha rivalidad, y los dos vamos a dar el cien por ciento sin dejar nada".

El Avilés afronta el derbi como líder y aventaja al Langreo en seis puntos, una circunstancia que, en opinión de Manu y Nuño, hace más peligrosos si cabe a los langreanos. "Es de los llamados partidos de play-off ante un rival más complicado que otros, sobre todo en su campo, y un error te puede condicionar porque el Langreo es un gran equipo", recuerda Manu.

"El Langreo es muy peligroso porque están por detrás, aunque están haciendo las cosas bien y no vale nada lo que pasó hasta ahora. Esto es la Liga y ahora estamos nosotros los primeros, pero falta mucho", dice Nuño.

Los avilesinos van con la ilusión de sumar la sexta victoria y batir sus mejores registros en Liga, pero los dos defensas alertan de la dificultad del Ganzábal. "Yo lo viví durante estos años porque era muy difícil ganarnos y será complicado sorprenderlos, pero creo que estamos en una buena dinámica y que podemos ganar", señala Manu. "Es un campo muy y complicado porque la gente se mete mucho y el terreno quizás no sea el idóneo", señala Nuño.

Una victoria en Ganzábal, comentan, sería un excelente refuerzo para el Avilés, además de mantener un buen colchón de puntos ante un rival directo. "Después de eliminarlos en la Copa sería dar un golpe encima de la mesa ante uno de los equipos potentes y hacer seis de seis daría continuidad a la línea de hacer las cosas bien", expone Nuño.

Y los dos tienen la clave para sumar los tres puntos. "Hay que cometer pocos errores y ser precisos en las áreas, es decir en tener un buen día", precisa Manu. "Para ganar tendremos que tener el balón, jugar a lo que queremos e intentar hacer el máximo daño posible", argumenta Nuño, que añade: "Hay que estar atentos en las jugadas a balón parado porque tienen buena gente y van bien de cabeza, pero nosotros tenemos que tratar de hacer el partido lo más completo que podamos porque va a ser muy difícil".

El inicio de la temporada está siendo muy ilusionante para el Avilés y los dos jugadores confían en mantener al buena trayectoria. "Vamos de lujo; ya podía ser así todo el año", comenta Manu. "Tuvimos algunos errores atrás que nos costaron goles y hay que seguir perfilando el equipo, sacando puntos de todas partes y manteniendo la buena dinámica", concluye Nuño.

Vuelta al trabajo. La plantilla blanquiazul vuelve a entrenar esta mañana (11.00 horas) en el sintético de Miranda tras la jornada de descanso de ayer.