El Marino volvió ayer al trabajo en Miramar con el habitual entrenamiento regenerativo para los que tuvieron más minutos en el partido del domingo ante el Condal, y más duro para el resto de la plantilla. Tres jugadores, Trabanco, Polo y Pablo Hernández, no entrenaron al sufrir distintas molestias físicas tras el encuentro del Alejandro Ortea.

El que más preocupa es el central Trabanco, que hoy realizará una ecografía para conocer el alcance de la lesión. En principio las sensaciones no son muy buenas y el defensa azulón podría tener una rotura en el isquiotibial. Los problemas empezaron hace tres semanas cuando la llegada de las lluvias obligó al equipo luanquín a entrenar en Balbín para preservar Miramar. Y el césped artificial de Balbín no está para entrenar debido a su excesiva dureza, un problema que sufre el equipo desde hace muchas temporadas y que le volverá a obligar a buscar otro campo, posiblemente en Gijón, para afrontar el próximo invierno.

Trabanco se resintió en el partido contra el Lugones en Miramar (3-2) y tuvo que ser sustituido por Oliveros al descanso. Durante la semana se recuperó al entrenar en Miramar y salió en el once frente el Condal, pero pronto volvieron las molestias y volvió a ser sustituido en el minuto 17 dando entrada Pulgar a Guaya. El central es duda para recibir el domingo (17.00 horas) al Siero.

El delantero Polo no entrenó por problemas de gemelos y Pablo Hernández por un golpe que sufrió en un hombro y en la nariz, aunque en principio ambos se recuperarán para el domingo.