El centrocampista David Llerandi dio ayer el susto en el entrenamiento del Marino al resentirse de las molestias que arrastra desde hace varias semanas en el isquiotibial de la pierna derecha y que le impidieron jugar contra el Lugones, aunque volvió el domingo ante el Condal en Noreña y fue sustituido por Aitor Suárez en el minuto 58.

El gijonés empezó el entrenamiento con el grupo, pero los técnicos decidieron que parara por precaución al ser una zona complicada y dos lesiones muy seguidas. El jugador descansará hoy y mañana viernes hará una ecografía para conocer el alcance de la lesión. El resto de la plantilla esta a disposición del técnico, Adolfo Pulgar, para el partido del domingo (17.00 horas) contra el Siero en Miramar.

Los luanquinos no se fían del rival, que llega de ganar el derbi al Lugones (2-3), pero esperan seguir invictos y mantener la línea de encajar poco. Y es que en estas seis jornadas sólo recibieron dos goles del Lugones y uno del Ceares.