Algunos de sus antiguos pupilos, a quienes Paco Bedriñana entrenó en el Lealtad o el Europa de Nava, se encargaron de llevar su féretro -en la foto-. Uno fue Marino Vigón y otro, Miguel Vigón. Este último le definió "muy listo como entrenador" y en lo personal fue "vecino y un hermano mayor". Su padre, José Manuel Vigón, expresidente del Lealtad, fue quien le fichó en el cuerpo técnico. Le recuerda como "un buen paisano y llevaba bien a los jugadores". Laudino Riva, Alfonso González, Alfonso Obaya y su primo Javier Bedriñana le definen como "una buena persona y con genio". Su funeral fue ayer en Villaviciosa, informa M.M.