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Una semana de pasada

Con él empezó todo

Un mensaje de un tuitero ocioso promovió el enésimo infundio sobre Gerard Piqué

Víctor Pernas se define como periodista. Y se supone que le gusta el fútbol. No se entiende de otra forma que, sin estar obligado, alguien se ponga a ver un Albania-España a las nueve menos cuarto de la noche de un domingo. Más sorprendente es que a los siete minutos, en vez de fijarse en los regates de Iniesta o los desmarques de Diego Costa, sólo tenga ojos para las mangas de la camiseta de Piqué. Y que, utilizando ese arma de destrucción masiva llamado Twitter, ponga a rodar la bola sobre la españolía del defensa. Algo tan cansino que en cualquier país normal no merecería el más mínimo comentario. Pero aquí se sumaron a la fiesta incluso las ediciones digitales de los medios con más difusión. Luego, cuando se demostró que todo era una patraña, una más de los inquilinos de la Caverna, llegaron los golpes de pecho, los debates sobre el nuevo periodismo y las disculpas. O no. Porque después de haber atentado gravemente contra el honor de una persona, todavía los hay que, erre que erre, siguen condenando a la víctima. Así que enhorabuena, Pernas, contigo empezó todo.

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