Cuarta derrota consecutiva de un Lealtad que va a menos con el paso de las jornadas y empieza a coquetear con la zona baja. El conjunto maliayo aguantó al Pontevedra en la primera parte, con ocasiones para adelantarse, pero se diluyó tras el tanto de Mateo, que dio alas a los granates.

El respeto que se profesaron ambos equipos marcó la recta inicial del encuentro, donde predominaron las triangulaciones en corto y el juego raso. En esos compases apenas se vieron llegadas sobre las áreas, pero si cabe fue el Pontevedra quien más hizo por hacerse con la batuta del choque. El primer aviso serio del conjunto granate llegó a balón parado, en una falta botada por Bonilla muy cerrada desde el balcón del área que obligó a emplearse a fondo a Porrón para despejar el balón a córner.

Rebasados los diez minutos de juego volvieron a la carga los granates, otra vez por mediación de Bonilla, que en esta ocasión se sacó de la chistera un preciso centro desde la banda izquierda que desactivó Álex Blanco de cabeza en el interior del área chica cuandi un jugador asturiano ya estaba con el gatillo preparado.

Hasta esos momentos el Lealtad apenas había ofrecido señales de vida en ataque, a excepción de un par de disparos lejanos que no encontraron puerta. Los de Roberto Aguirre, sin embargo, no se encontraron incómodos pues el Pontevedra carecía de profundidad y la defensa asturiana era un auténtico frontón por arriba.

Al filo del descanso iba a despertar el Lealtad, que rozó el gol en dos ocasiones. La primera de ellas, clarísima. David Grande conectó un precioso cabezazo en el interior del área tras una cabalgada de Gállego por la derecha, pero Edu sacó una buenísima mano abajo para abortar el peligro. El propio David Grande volvería a poner a prueba al meta minutos después, pero en esta ocasión su disparo cruzado se marchó desviado.

Tras el paso por vestuarios el Lealtad salió mucho mejor de lo que lo había hecho en la primera parte, pero se desmoronó después de que David Grande desaprovechara una ocasión clamorosa para ponerse 0-1 y a renglón seguido marcara el Pontevedra con un remate de Mateo que rebotó en Álex Blanco y despistó a javio Porrón.

El segundo gol granate, materializado por Jacobo Trigo a renglón seguido, tras un saque de esquina que no consiguió despejar la defensa asturiana terminó de desesperar al Lealtad, que todavía recibiría otro gol más merced a una contra culminada por Miguel a falta de diez minutos para la conclusión.