Ganzábal es mucho Ganzábal. El Langreo remontó un 0-2 adverso ante el Sporting B, el que para muchos es el gran candidato al título. La racha del conjunto azulgrana sin perder en su estadio llega a los 563 días después de una de las visitas más complicadas que ha tenido en los últimos tiempos. Precisamente el filial rojiblanco fue su último verdugo en Ganzábal el 4 de abril de 2015 y además llegaba al coliseo azulgrana invicto y dando una gran imagen. Pero en un ejercicio de madurez y casta los de Hernán dieron un golpe en la mesa.

Nacho Calvillo metió en el partido a un Langreo que durante la primera media hora estuvo a merced de un Sporting B que dio toda una demostración de seriedad en el Nuevo Ganzábal. Los de Luis Alberto, con sus tres goleadores (Claudio, Rubén Sánchez y Pablo Fernández) de entrada por primera vez en la temporada se colocaron con dos goles de ventaja en un inicio fulgurante. Claudio demostró que conoce Ganzábal de maravilla. Tras un balón largo metió cuerpo a un endeble Joaquín Peña para asistir a Rubén Sánchez, quien le devolvió el gesto para que el exazulgrana marcara a placer. Casi sin tiempo para reaccionar, Pedro Díaz botó un córner que rechazó corto la defensa para que, a bote pronto, Pablo Fernández hiciera el segundo.

Corría el minuto siete y el partido parecía finiquitado y más ante la seriedad del filial rojiblanco, pero ahí surgió la casta de Nacho Calvillo. El donostiarra se fue de Cristian Salvador y Pedro Díaz en la medular, abrió a la izquierda para que Damián centrase al segundo palo donde Acebal prolongó para que el propio Calvillo hiciera el 1-2 con la espuela. Este gol dio vida a un Langreo que al borde del intermedio empató en una contra llevada por Dani López, que centró para que Calvillo firmara el segundo en un perfecto cabezazo.

En la reanudación Hernán pudo llevar a cabo su plan inicial. El ovetense, que había apostado por un once con más músculo para en el segundo acto dar entrada a Omar y Luis Nuño más frescos y "matar" al filial rojiblanco, vio cómo el plan le salió de maravilla. Álvaro Cuello hizo el tercero en una falta lateral en el minuto 60 ante un filial totalmente descompuesto y en el añadido Nuño completó una tarde de gloria con el cuarto tanto azulgrana.