El miércoles, la Dirección General de Deportes presentó una iniciativa que ya tardaba en llegar: la tarjeta negra que supondrá la suspensión de los partidos en el deporte de base de Asturias cuando se produzcan insultos desde la grada. En esta primera temporada faltará el fútbol, que es donde más se necesita un poco de sentido común, pero esperemos que el próximo presidente de la Federación Asturiana se lo tome en serio porque da pena oír lo que se oye en muchos campos. Como siempre se copia lo malo, en los últimos tiempos han empezado a menudear este tipo de comportamientos vergonzosos en otros deportes, casi siempre protagonizados por los padres. Es el peor ejemplo posible para los jóvenes deportistas a los que va dirigida la campaña, de 6 a 16 años, por lo que había llegado el momento de tomar medidas. Esperemos que la iniciativa acabe, o al menos aplaque, a esos energúmenos que ensucian una actividad en la que lo menos importante debería de ser siempre el resultado.
