El Oviedo continúa su crecimiento en la categoría y lo hace conforme a una idea definida de juego. El equipo tiene un estilo reconocible. Al principio de temporada lo que menos me gustaba del Oviedo es que no tenía regularidad, no sabías lo que podías encontrarte cada domingo. Por eso el equipo fallaba más de la cuenta. Ahora sí lo sabes. Los resultados pueden ser buenos o malos pero te encuentras un equipo reconocible. Sabes que el Oviedo irá a jugar contra el UCAM y defenderá con orden, junto, que competirá siempre. Antes no existía esa sensación.
La victoria ante el Tenerife sigue la línea ascendente de las últimas semanas, la que ha llevado al equipo a mantenerse invicto cinco partidos consecutivos. El domingo, el equipo volvió a insistir en los mismos aciertos y fallos que últimamente.
Por ponerle un defecto al equipo creo que le faltó algo de contundencia en algunas jugadas aisladas. La parte positiva, que veo que el equipo está aprendiendo a sufrir. Uno de los aspectos más positivos es que los rivales no crean ocasiones. Ya no es solo que no acierten ante Juan Carlos, es que no tienen muchas aproximaciones. El Tenerife fue por detrás desde el minuto 30 y lo normal es que un equipo que vaya perdiendo durante 60 minutos te genere muchas llegadas. Otro ejemplo: vi el fin de semana al Girona ante el Rayo Vallecano y le generó más oportunidades que contra el Oviedo. El trabajo defensivo sigue siendo excelente. Además, cuando al equipo le llegan es por acciones puntuales (mala orientación en un despeje, falta de contundencia?) pero nunca por una mala colocación del equipo.
Hay dos futbolistas que fueron claves en la victoria del domingo. Uno es Torró, que estivo sobresaliente en el centro del campo. El pivote es un ganador de duelos, lo hace con facilidad. Y Linares me está sorprendiendo. Tenía dudas con esa posición en la banda porque entendía que el sistema no le beneficiaba pero está en un momento de forma en el que le sale todo bien. No perdió un balón y anotó dos goles.
También creo que Michu sigue creciendo, adaptándose al equipo. Quizás la forma de jugar del equipo no es la más adecuada para sus características, pero siempre ofece detalles. Es un futbolista que disfruta cuando está cerca del área.
