En un año como seleccionadora del equipo femenino sub-17, Toña Is ya ha colgado dos medallas en la vitrina de su casa en La Corredoria: la plata del Europeo 2016 y el bronce del Mundial con el que llegó el domingo de Jordania. Sin tiempo para deshacer la maleta, ayer volvió a viajar a Madrid para participar en el cuerpo técnico de la selección sub-20 que empezó a preparar el Mundial de Papúa Guinea, el próximo mes. La entrenadora ovetense afronta de buena gana tanto ajetreo porque siempre vivió para el fútbol, que ahora le recompensa con experiencias incomparables. Por si fuera poco, cuando tenga un respiro también recibirá la medalla de bronce del Ayuntamiento de Oviedo, concedida por unanimidad.
María Antonia Is Piñera (Oviedo, 1966) volvió con buenas sensaciones del Mundial de Jordania, las que le transmitió ese último partido frente a Venezuela que permitió a la selección española sub-17 conseguir el tercer puesto. Es decir, la primera selección después de las superpotencias asiáticas, Corea del Norte y Japón. Sólo le queda la duda de lo que hubiera ocurrido de no escapársele el primer puesto del grupo: "Con un gol más frente a Jordania habríamos tenido unos cruces diferentes, pero en semifinales nos hubiese tocado Corea, que es muy fuerte".
Además, Toña sigue dándole vueltas al partido frente a Japón, que acabó con un 3-0 que considera muy engañoso: "Ellas marcaron muy pronto, pero las crías reaccionaron bien y tuvimos ocasiones. Lo normal es que hubiésemos ido al descanco con empate o incluso ganando, con lo que las cosas hubiesen cambiado mucho". De todas formas, el balance de la asturiana es bueno, "tanto por la medalla como por el trabajo de las jugadoras".
"No puedo pedir más", añade Toña ampliando el foco: "Cumplí un año como seleccionadora, con una medalla de plata europea y un bronce mundial". Toña destaca que estos éxitos han sido posible gracias a la predisposición de sus jugadoras: "Las crías se implicaron a tope, con una ilusión que no se puede describir. Para llegar lejos tiene que ser así, con la intensidad con que jugamos contra Alemania. Contra Japón también la tuvimos, pero fue un poco más intermitente".
Toña Is incluye en ese buen ambiente a Lorena Navarro, que se proclamó máxima goleadora del torneo pese a quedarse en el banquillo en los cuartos de final, semifinales y el partido por el tercer y cuarto puesto. Toña le dio cancha tras el descanso frente a Venezuela y Lorena le respondió con tres goles en 45 minutos que celebró con rabia: "Es normal porque son niñas que están acostumbradas a jugar todos los minutos en sus clubes. Aquí hay 21 de muy buen nivel. Lorena estaba con muchas ganas y la saqué como revulsivo, para que se llevase el trofeo".
La entrenadora tampoco le dio muchos minutos a Laura Gutiérrez, la única asturiana de la selección, a la que elogia: "Estoy muy contenta con Laurina, que trabajó bien y estuvo totalmente integrada con sus compañeras". Laura es una de las catorce convocadas para el Mundial que podrán estar el año que viene en el Europeo, en el que Toña Is buscará la medalla de oro que le falta. Sin las selecciones asiáticas, las posibilidades de la selección española aumentan.
Toña explica las razones: "Japón y Corea llevaban cuatro meses de concentración, algo que no podemos hacer aquí. Nos juntamos cuando pudimos, cinco días antes del Mundial. Pero no me quejo porque la federación puso todos los medios a nuestro alcance, incluído un analista". Tampoco le pasó desapercibido que japonesas y coreanas "morfologicamente y por su manera de moverse por el campo parecen chicos. Tienen una forma diferente de trabajar, otra cultura".
