Miroslav Klose es el máximo goleador de la historia de los Mundiales de fútbol, pero el anuncio de su retirada apenas ha merecido una mínima reseña en la vorágine futbolística de una semana marcada por las competiciones europeas. En Brasil-2014, Klose superó a Ronaldo Nazario, contribuyendo con un gol al inolvidable 1-7 del último campeonato, con lo que llegó a los 16 por los 15 del brasileño, además de levantar la copa que faltaba en su palmarés. Fue una curiosa carrera, que se disparó cada vez que vestía la camiseta de Alemania y transcurrió casi en la oscuridad cuando jugó con sus clubes, aunque en ellos también aportó lo suyo. Además, Klose ha colgado las botas inmune al virus de la arrogancia, ya que ni siquiera presumió cuando dejó atrás enla lista de máximos goleadores alemanes a Gerd "Torpedo" Müller. "Ni me puedo comparar con él", dijo este hijo de emigrantes polacos que se integró en la sociedad alemana ayudado por su talento natural para la suerte más difícil del fútbol. Ahora, ya con 38 años, Klose ha decidido abrir una nueva etapa de su vida como entrenador, en la que tendrá mucho que decir. Y ningún sitio mejor para hacerlo que el cuadro técnico de la selección alemana, donde contará también con un maestro de lujo, Joaquim Löwe.