Inyección de moral para el Caudal. Un solitario tanto de Javi Sánchez en el descuento del partido permitió ayer a los mierenses volver a ganar fuera de casa dos meses y medio después. El equipo de Iván Ania, que coge aire con el triunfo, supo jugar su partido y dio la estocada al final, cuando el Izarra jugaba con diez jugadores por expulsión de Briñol. La roja al jugador local cambió un duelo competido que permite al Caudal alejarse de los puestos de descenso, que se sitúan ahora a tres puntos. Los mierenses sacaron un triunfo ante un rival que no había perdido en casa.

Antes de la expulsión, el partido había discurrido por los derroteros de la igualdad. Durante los primeros minutos, el Izarra fue dueño de un choque igualado que no dejó grandes ocasiones de gol. Los dos equipos se tenían respeto y estaban más pendientes de no encajar que de salir al ataque. La primera mitad dejó una función algo tediosa, con pocos acercamientos. El único reseñable llegó de las filas asturianas, cuando un centro mordido desde la banda derecha lo remató desviado Óscar desde el corazón del área.

La única nota ofensiva reseñable del Caudal fue un centro mordido desde la banda derecha que Óscar a punto de rematar al fondo de la red desde el corazón del área.

Tras el paso por vestuarios la tónica del partido no cambió en los primeros minutos, pero sí lo hizo al cumpliorse la hora del choque y a raíz de la expulsión del local Briñol tras recibir la segnda amarilla por simular una falta. En superioridad numérica el Caudal se vino arriba. Tanto es así que embotelló al Izarra en su propia área hasta que obtuvo el premio del gol sobre la bocina tras un centro desde la izquierda que Javi Sánchez mandó a la red sin oposición para poner fin a la inmaculada racha del Izarra en Merkatondoa esta temporada, donde los blanquiazules no conocían la derrota. Los mierenses llevaban cinco derrotas consecutivas en Liga fuera de su estadio, desde que ganaron al Burgos (3-4) en la segunda jornada del campeonato.