Villaviciosa, Lucas BLANCO
Sergio Roza González, Keko, es un llastrín que acaba de cumplir 26 años y pasa por uno de sus mejores momentos deportivos. Salido de la escuela de Mareo en Colunga, pasó cuatro años en las categorías inferiores del Lealtad, al que volvería en Tercera hace tres años para conquistar el ascenso a Segunda B tras pasar por equipos como Gijón Industrial, Navia o Langreo. Lateral polivalente, este año lleva disputados diez encuentros con el conjunto maliayés.
-¿A qué se debe la sequía de goles que vive el equipo?
-Es complicado de explicar. Estamos teniendo ocasiones, en algunos partidos hasta cuatro o cinco claras, pero no acabamos de meter. La verdad es que con los pocos goles que llevamos no se pudo sacar más rendimiento.
-¿Puede ser esta carencia una obsesión?
-Para nada. Es cierto que estamos entrenando a conciencia esa faceta, pero no hay que obsesionarse. Al final tendrán que llegar 30 o 40 goles y habrá que aprovecharlos.
-¿Están demasiado centrados en el trabajo defensivo?
-Es cierto que la defensa la trabajamos mucho. Si no encajas goles al final algo siempre acabas rascando. En Segunda B, sobre todo, esto es muy importante.
-¿Perdió el Lealtad demasiada artillería arriba respecto a la pasada temporada?
-Marchó mucha gente importante de arriba, si bien vinieron otros. A ver si esta semana puede jugar ya Valdo, pues está entrenando y creemos que su experiencia en Primera nos puede ayudar a mejorar de cara a puerta.
-¿Cuál es la meta del equipo este año?
-Llegar lo más rápido posible a los 45 puntos para no sufrir como nos pasó hace dos años, que estuvimos en vilo hasta el final para salvarnos.
-¿Qué equipo le sorprendió más hasta ahora?
-Sobre todo Racing y Celta B. Nos falta por jugar contra la Cultural, que creo que será otro equipo a tener en cuenta.
-¿Hay más nivel este año?
-Más o menos el mismo. Ponferradina, Cultural o Racing están obligados a estar ahí arriba, y los demás muy igualados peleando para que salgan las cosas bien.
-¿Cambió mucho al equipo el nuevo entrenador?
-Javi Rozada y Roberto Aguirre son muy distintos. Rozada era más impulsivo y Aguirre más tranquilo, pero los dos son muy buenos técnicos. Nunca tuve problemas con los entrenadores y esto no ha cambiado. Esta temporada nos sentimos más arropados atrás, aunque el estilo suelen marcarlo los partidos y en Les Caleyes, cuando se embarra, siempre acabamos jugando igual.
-¿Qué destacaría del vestuario?
-Somos como un grupo de amigos que se junta para jugar al fútbol. Nos llevamos muy bien y eso es una ventaja frente a otros que no puedan decir lo mismo. Siempre ayuda a cumplir los objetivos.
-¿Valora positivamente su rendimiento hasta ahora?
-Estuve un par de partidos lesionado y sigo con el tobillo un poco tocado. Aunque soy lateral derecho llevo en el izquierdo ya muchos partidos y estoy acostumbrado. Con tal de jugar, no me importa donde sea.
-¿Creyó alguna vez que jugaría en Segunda B tan cerca de casa?
-Jamás. Vivo en la Villa y tener el campo a tres minutos es un lujo. Ver en lo que se ha convertido este equipo cuando hace unos años estaba temblando por las deudas es espectacular. Se están haciendo las cosas bien desde arriba, el club paga y eso es importante para los que están y los que puedan venir.
-¿Cómo se presenta la visita al Osasuna B?
-Difícil. Intentan sacar el balón jugado y son peligrosos al contar con jugadores con talento. Habrá que atarse los machos.
-Este año Les Caleyes no está siendo un fortín.
-La pasada temporada fundamentamos el buen año en casa y éste nos está costando. Los dos últimos partidos fuimos muy superiores, pero no marcamos y los empates nos supieron a poco.
