El Guijuelo, rival del Caudal en la jornada de mañana (18.30 horas, Hermanos Antuña), es uno de los muchos equipos en los que puede reflejarse el Caudal para establecer las bases de un proyecto. El equipo de la localidad salmantina acumula once temporadas consecutivas en Segunda División B.

Con una población que supera ligeramente los 5.000 habitantes -unas ocho veces menos que Mieres-, el equipo chacinero ha sabido reinventarse temporada tras temporada para conseguir la permanencia durante las diez últimas temporadas.

Uno de sus momentos álgidos sucedió en la temporada 2013-14, cuando el equipo chacinero disputó la promoción de ascenso a Segunda División. El sueño del ascenso finalizó, eso sí, a las primeras de cambio en la localidad salmantina. El Leganés, equipo que ahora saborea las mieles de la Primera División, fue el verdugo de los verdiblancos.

Un empate sin tantos, en el encuentro de ida permitió a los salmantinos soñar con avanzar a la siguiente ronda. En la vuelta, disputada en Butarque, el Guijuelo quedaba eliminado. El asturiano Carlos Álvarez hacía el tanto que dejaba fuera a los verdiblancos.

Sin embargo, los chacineros han sabido reinventarse durante las dos últimas temporadas, donde lograron finalizar en quinta y sexta posición respectivamente, quedándose a las puertas de repetir la gesta del play-off.

Sin embargo, el premio para esta temporada ha llegado a la localidad salmantina en forma de Copa. Los de Mateo García se medirán el próximo 30 de noviembre al Atlético de Madrid en dieciseisavos de final. Un choque que se disputará en el Estadio Helmántico de Salamanca.

Mierenses y salmantinos no se enfrentan en Liga desde la temporada 2013-14, en un encuentro correspondiente a la última jornada de la temporada, donde los mierenses vencían por 2-1 -con goles de Rojas y Nacho Matador- y eludían así el descenso directo a Tercera División.