El Caudal se hizo mayor el día del estreno de la nueva iluminación del estadio Hermanos Antuña. El conjunto mierense supo tirar del fútbol menos vistoso para sumar, por primera vez en toda la temporada, dos victorias consecutivas que le alejan a seis puntos del descenso. Los de Iván Ania se impusieron por 2-0 al Guijuelo siendo efectivos en las dos áreas.

Y eso que la efectividad no era precisamente la característica de un Caudal que en el primer tercio de competición había pasado por momentos brillantes pero al que los errores defensivos le condenaron hasta acercarse al descenso. Cinco derrotas seguidas lejos de Mieres y un empate en casa con el Boiro hicieron que los blanquinegros se dieran cuenta que en la exigente Segunda B hay que ser muy efectivo para ganar. En las dos últimas semanas el Caudal es otro. Un equipo solvente en defensa que no se complica pero que mantiene el mismo ADN en ataque, apelando al juego combinativa y vertical por los extremos.

Este nuevo Caudal se impuso la pasada jornada por 0-1 en Izarra, donde nadie lo había hecho antes, y ayer hizo lo mismo ante el Guijuelo en su versión menos brillante. En el primer acto dominaron pero siempre evitando los errores en la salida del balón y eso que pudieron irse al descanso con 2-0 ya que el colegiado García Martín les anuló dos tantos por fuera de juego. El primero, en el minuto 7, a Annunziata y el segundo, en el 20, a Braulio al encontrarse en posición adelantada.

Esta versión más competitiva y más practica del Caudal dejó que el Guijuelo dominara la segunda parte y no se encontró a disgusto por ello, pues los salmantinos apenas les inquietaron. En el minuto 79 Aspas desvió con la mano un remate de Javi Sánchez dentro del área y Óscar Pérez transformó el penalti. Con 1-0 el Caudal supo cerrar el duelo cuando en una contra Ernesto hizo el definitivo 2-0 en un sensacional pase de Javi Sánchez para sumar un triunfo que sabe a gloria.