El Marino no está fino y pasa por el peor momento de la temporada en cuanto a resultados. Y es que sumar tres de los nueve últimos puntos disputados son unos números muy malos, sobre todo teniendo en cuenta que los luanquinos quieren pelear por meterse en el play-off e incluso luchar por el liderato para tener más opciones de ascender a Segunda B, el gran objetivo de la temporada.

El equipo azulón perdió en el último mes la buena trayectoria que llevaba desde el inicio de la temporada y sumó en este tiempo las tres derrotas que acumula en su casillero contra el Colunga (2-0), Covadonga (1-2) y Llanera (2-1), con las victorias frente al Oviedo B (1-0) y el Lenense (3-4) de por medio. Lo curioso es que las dos derrotas consecutivas (Covadonga y Llanera) llegaron después de que el equipo se metiera en el play-off como cuarto tras ganar al Lenense.

Y fue en el Sotón de Pola de Lena cuando los luanquinos empezaron a encajar más de lo normal, una tendencia que continuó en los siguientes partidos hasta sumar 6 goles en contra en los tres últimos partidos, uno más que en las once jornadas previas.

El objetivo del play off, con todo, está cerca, a cinco puntos, puesto que en la última jornada entre los equipos que van arriba sólo el Avilés y el Tuilla consiguieron ganar sus partidos.

Todos estos aspectos fueron analizados por la plantilla durante casi una hora antes del entrenamiento de ayer. El vestuario está dolido y durante la reunión hizo autocrítica. Jugadores y técnicos son conscientes de que el Marino tiene una exigencias por su potencial y su historial en Tercera al ser un equipo de referencia en la categoría, y todos dieron su parecer sobre la situación.

Lo cierto es que las derrotas fueron muy inoportunas porque esos seis puntos habrían colocado a los luanquinos (séptimos ahora con 25 puntos) con 31, a uno del Langreo (tercero) y a dos del Sporting B y el Avilés, que mandan en la tabla, pero la conclusión del vestuario es que hay que mantener la calma porque "las expectativas eran muy buenas hace unas semanas y ahora no vamos a ser un desastre", en palabras del técnico, Adolfo Pulgar.

Y hay varios motivos para el optimismo. Uno es que hay una plantilla muy equilibrada y con buenos jugadores con hambre de fútbol y deseosos de llevar al Marino muy arriba; otro que la Liga apenas acaba de cumplir el primer tercio y queda mucho por delante, y un tercero que el equipo está creando muchas ocasiones de gol a pesar de las derrotas y que tarde o temprano acabarán acertando con el marco rival. El domingo en Llanera, de hecho, los luanquinos mandaron en el juego y tuvieron varias ocasiones, pero sólo Polo acertó en una de las que tuvo.

El calendario también cuenta y el Marino ya jugó contra todos los equipos que tiene por delante en la tabla, excepto el Sporting B que visitará Miramar dentro de tres jornadas. En casa ganó al Avilés y Oviedo B por 1-0, empató con el Langreo (0-0) y perdió con el Covadonga (1-2), y fuera empató (0-0) con el Tuilla. El próximo partido es el domingo (12.00 horas) en Miramar ante el Llanes, otro equipo que pelea por meterse arriba.

Día de descanso. La plantilla descansa hoy tras ejercitarse ayer en Balbín. Los lesionados evolucionan bien. Pevida y Llerandi ya tuvieron minutos en Llanera y mañana entrenarán normal, Pozo está recuperando poco a poco el ritmo, y sólo queda Geni.