"Me quité un peso grande de encima de tener el casillero a cero y se pudo ver en la celebración que respiré". Así explica Álex García sus sensaciones tras marcar el pasado domingo el tercer gol del Avilés a L'Entregu, el primero suyo de esta temporada.

El pasado año llegó en enero y metió siete goles, el último se remontaba al 24 de abril cuando le hizo un hat trick al Astur en el triunfo avilesino por 0-4. En el partido siguiente, frente al Gijón Industrial, se lesionó en un hombro y no pudo disputar el play-off ante el Lagun Onak.

El del domingo fue un golazo de falta directa desde el borde del área que se coló pegado al poste derecho, y el punta relata que pidió a Marcos que lo dejara tirar porque tenía confianza. "Llegó el balón a mis manos y la vi clara. Me gustar tirar estas faltas y fue una gran alegría porque ya tenía ganas de que entrase una", dice.

Y es que el joven futbolista blanquiazul (22 años) hizo un buen trabajo para el equipo en los once partidos que disputó (cuatro de titular) y estaba contento con su rendimiento pero, recuerda, "un delantero vive del gol y tenía ganas de volver a marcar".

Ante L'Entregu pudo ser una doble alegría porque en el minuto 85 tuvo una muy clara, solo ante el portero visitante, que mandó fuera. "Eso demuestra que el gol en los delanteros va por rachas o por confianza, y lo cierto es que yo no estoy con mucha confianza. En esa jugada tuve tanto tiempo para pensar que no sabía que hacer y se me complicó, pero yo espero que en cuanto entre el primer gol de jugada lleguen más".

El fallo le decepcionó un poco porque "la tenía que haber metido como las llevo metiendo desde juveniles, pero insisto en que me falta la confianza de antes". Y eso que cuenta con el apoyo del técnico. "Me alegro por él, porque lleva un mes espectacular a nivel competitivo y necesitaba el gol", señaló Lago. Un apoyo que refrenda el futbolista, "El míster habla conmigo y me da confianza porque dice que estoy muy bien y yo físicamente me encuentro fenomenal, así que espero tener continuidad el domingo".

Entrar en el once es difícil esta temporada, sobre todo para los delanteros, pero Álex García afirma que eso es bueno porque, señala, "quiere decir que tenemos muchos y muy buenos jugadores, y cuando no toca jugar hay que asumir el rol de suplente y salir a resolver, pero al final todos vamos a jugar y a ser importantes".

El avilesino había señalado con una cruz el partido de Mareo contra el Sporting B, su exequipo, y se molestó cuando Lago lo cambió en el minuto 74 con 3-1 en el marcador. "Tenía muchas ganas de hacerlo bien y me disgustó que me cambiara cuando mejor lo estábamos haciendo y buscábamos el segundo gol, pero la verdad es que no fue mi mejor partido". Pero todo se aclaró. "Le expliqué al míster que fue el momento del calentón y él lo entendió, y también pedí perdón a los compañeros porque al final fue una tontería", explica.

La Liga está emocionante con los cuatro primeros (Sporting B, Avilés, Langreo y Tuilla) separados por tres puntos, y Álex ve "tranquilo" al equipo. "Cada vez que perdimos seguimos a lo nuestro con calma. Yo creo que el equipo no tiene ansiedad porque la Liga es muy larga y todo el mundo puede pinchar".

El próximo partido es el domingo (16.00 horas) contra el Tuilla en el Candín, un campo inédito para Álex García. "Me dicen que es pequeño, del estilo del Llanera, y habrá muchos balones arriba, pero si queremos ganar la Liga y subir a Segunda B nos tenemos que amoldar a cualquier tipo de terreno de juego y creo que vamos a dar el callo para sacar los tres puntos allí". Sus últimas palabras son para la afición que, dice "Siempre nos apoya y nos anima en el tema económico tan fastidiado que tenemos".