El Balonmano Gijón cumplió el pronóstico y se impuso con facilidad al Camargo. La diferencia de potencial era evidente y se demostró en la cancha. A los diez minutos el marcador era de 7-1 pero las locales pasaron por unos momentos de pérdidas y mal juego que permitió a las cántabras meterse en el partido. Fue un espejismo porque al descanso la diferencia ya era de 12 goles. La segunda parte sirvió para que las diferencia fueran en aumento en un partido en el que quedó patente el potencial ofensivo del conjunto gijonés en el que seis jugadoras superaron los cinco goles.