La resaca dulce del derbi madrileño marcó una mañana de sonrisas y buen ambiente en la ciudad deportiva de Valdebebas, donde el Real Madrid comenzó a mirar a otro duelo clave, la visita al Sporting de Portugal de mañana, de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Sin tiempo para saborear en exceso el triunfo en el derbi, la plantilla madridista regresó pocas horas después de abandonar el Vicente Calderón repleto de felicidad a los entrenamientos en su ciudad deportiva en una mañana lluviosa.

Tras confirmar y aumentar su distancia como líder, su próximo objetivo es hacerlo también en Europa, donde el empate en su último partido en Varsovia ante el Legia le obliga a ganar las dos últimas jornadas en función de lo que haga el Borussia Dortmund, con quien se juega el primer puesto y cierra la fase de grupos. La visita a Lisboa la comenzó a preparar Zinedine Zidane con una sesión de recuperación para sus futbolistas titulares en el derbi del Calderón y de mayor intensidad para los suplentes. Sergio Ramos y el francés Karim Benzema, a los que el técnico francés no forzó ante el Atlético de Madrid, completaron el entrenamiento con el grupo y trabajaron con intensidad, mostrando que pueden reaparecer en Liga de Campeones.

Los titulares soltaron piernas con carrera continua antes de pasar a tratamiento fisioterapéutico en el interior de las instalaciones de la ciudad deportiva, mientras que el resto de la plantilla, según informa la web del club, realizó ejercicios de posesión y presión, series de carrera con remates a portería y un partido final en espacios reducidos.

Mientras, con el alemán Toni Kroos y Álvaro Morata en la enfermería, el portugués Pepe y el brasileño Casemiro prosiguieron con su recuperación, entrenándose al margen del grupo. Se Confirma que el regreso de Casemiro tendrá que alargar más de lo esperado en un principio y no se producirá esta semana en competición europea.