El Madrid se hizo ecológico con la "camiseta reciclada del océano", chula y como más blanca de lo común. No parece que haya sufrido un ataque de los pensadores habituales. Por una vez no hubo debate sobre "la novedad" en el Madrid. Y es que ahora todo queda diluido con el debate anual, el del "Balón de Oro". Es un tema de conversación institucionalizado desde que CR está en la Casa Blanca. Se habla de ello como del puente de la Constitución (si lo hubiere), las Navidades, que ya se alumbran en las ciudades, conversaciones cotidianas como el final del verano (que diría "El Dúo Dinámico"), la llegada de la primavera o el santo del pariente más próximo y el amigo o amiga más común. Así es el tema del "Balón de Oro", un asunto de familia, bar y corrillos de la gente sobre el que se plantean ponencias disparatadas, como proponer a algunos jugadores que se alejan de tal condecoración. Es un apartado éste en el que se suele apostar por el jugador de moda, y el jugador de moda tiene una duración corta: la que otorga un par de jugadas brillantes en tres meses con tres o cuatro goles de altura en cinco partidos. Suficiente para estar en el "machito" de las quinielas.
Pues en eso estamos en "Al Palo", en el círculo de la gente normal, que quizá habla de estas cosas para ir tirando del día a día. Por lo que hay que proclamar, además de recordar a los despistados que se olviden de discutir, que tal "bola de oro" ya tiene dueño, que el tema fútbol es tan peculiar como cambiante: de un lado propicia una excitación máxima, de otra parte relaja en el sentido de que uno (y el otro) se evade de sus problemas. Eso sí, tampoco es conveniente ahogar penas sólo a base de fútbol, que noventa minutos después (salvo algunos partidos que duran 98) tales penas flotan.
Y después de este "Al Palo" pedante y melifluo (todo se pega) sólo queda incluir para el CD "Al Palo Vol. I" (también disponible en vinilo y plataformas digitales) a Carlos Puebla con "Y en eso llegó Fidel", que los acontecimientos mandan. Aunque es obligatorio añadir una "descarga" de Israel López Cachao o Pérez Prado, o también piezas de Compay, Silvio, Milanés y tantos balones de oro que parió la Isla.
