El Avilés se está debilitando. La marcha de Nacho Fernández al Covadonga hace un mes y la reciente de Michael Awaah al Tuilla dejan la plantilla blanquiazul en 20 efectivos -tres de ellos porteros- y un jugador, el joven cántabro Andy, que aún no disputó ni un minuto de la Liga al no contar hasta el momento para el técnico, Pablo Lago.

El entrenador avilesino no quiso valorar ayer la marcha de Awaah, "porque es un tema personal del jugador sobre el que poco podemos decir", aunque dejó claro que no se debe a motivos deportivos. "De hecho, es muy probable que le echemos de menos el martes frente al Condal en Noreña porque vamos a estar muy justos de efectivos", señaló.

El mercado de fichajes en Tercera División está abierto hasta el 31 de enero y el conjunto avilesino, ahora líder, necesita reforzarse cara a la segunda vuelta para poder pelear por el título y tener más opciones de lograr el ascenso, que es el único objetivo de la temporada. El responsable deportivo del equipo, José Luis Tamargo, lleva buscando un central desde que empezó la temporada, y más tras la marcha de Nacho Fernández, para acompañar a Pantiga, Nuño y al joven Keko, y ahora también es necesario un medio centro puesto que sólo están Rubén Palazuelos, Dudi y el sueco Álex Seger que, en realidad, prefiere jugar en el lateral derecho.

Lago tiene clara la solución. "Lo que se debería de hacer es fichar para cubrir las bajas, pero mientras no se pague lo que se debe a los jugadores no se puede traer a nadie puesto que sería una bomba en el vestuario gastar en un futbolista nuevo estando la gente sin cobrar", comentó.

Eso explica, entre otras razones, que el club no haya incorporado a Abdul Jalil Medioub, el joven central francoargelino de 19 años y con un prometedor futuro, que estuvo a prueba durante las tres últimas semanas y que no se quedó a pesar de causar una buena impresión en los técnicos.

La situación es complicada y el club afronta un mes de diciembre que será clave para el inmediato futuro del equipo. El propietario, José María Tejero, aseguró en reiteradas ocasiones que la deuda se resolvería antes del parón navideño (el último partido del año es el día 18 de diciembre), pero sus palabras cada vez tienen menos credibilidad en el vestuario blanquiazul.

"El Avilés siempre cumplió con sus compromisos y en esta ocasión será igual, sólo hay que tener un poco de paciencia y dejarnos trabajar para solucionar el asunto", argumenta Tejero. Y es verdad que el club acaba pagando, pero también lo es que los jugadores necesitan cobrar periódicamente y el día a día se hace complicado. Los técnicos aseguran que el comportamiento y la entrega en los entrenamientos de los futbolistas es "ejemplar", pero el estado anímico no es el mejor. El vestuario siente que los incumplimientos económicos del club son una demostración de su escaso interés por cerrar una temporada brillante, con el ascenso a Segunda B incluido, y de momento los buenos resultados pueden con todo, pero la duda es lo que pasará cuando lleguen dos o tres derrotas seguidas.

Y es que la cantidad adeudada ya asciende a unos 100.000 euros, a razón de unos 20.000 euros por mes. La mayor cantidad, 60.000, euros es de los tres meses pendientes de esta temporada (los jugadores sólo cobraron en septiembre). Los otros 40.000 se adeudan de la última mensualidad y de las primas comprometidas por el club el pasado año por meterse en plaza de promoción.

El caso del primer entrenador, Pablo Lago, y de su ayudante, Pablo Busto, es diferente porque no cobran desde el pasado mes de abril y se les adeudan dos meses del pasado año y todo de esta temporada. Ellos no tienen primas por logros deportivos. Y el preparador físico, Dani Balbín, que sustituyó a principios de la temporada a Michi Menéndez, aún no cobró nada del Avilés.