"Estoy contento de haber encontrado una salida y confío en que voy a tener mejores condiciones en el Tuilla", explicó ayer Michael Awaah tras concluir el entrenamiento del Avilés en Miranda, el último suyo de esta temporada con los que ya son sus excompañeros. El jugador angloghanés anunció el pasado lunes su deseo de abandonar el club avilesino y regresar a Inglaterra, "porque mis condiciones de vida aquí no son buenas", y confía en que la directiva del Tuilla cumpla su promesa de facilitarle un buen alojamiento.

Otro motivo que le impulsó a aceptar la oferta del club arlequinado es la confianza en que jugará más que en el Avilés. Y es que esta temporada había disputado con el conjunto avilesino 69 minutos frente al Llanes en el Suárez Puerta y otros tantos ante el Tuilla en el Candín, en ambos partidos como titular, y sólo fue convocado por Lago en cuatro ocasiones.

El futbolista aprovechó la ocasión para despedirse del vestuario blanquiazul, que recibió la noticia de su marcha con cierta indiferencia porque Michael no se había integrado en exceso en el grupo, en parte por su dificultad con el idioma al no hablar prácticamente nada en castellano y en parte por sus desplantes respecto a sus compañeros y al club.

Y es que el vestuario interpreta como una falta de consideración sus ausencias a los entrenamientos sin previo aviso al club ni al entrenador, el que no se presentara para jugar el partido de la Copa Federación contra el Langreo en Ganzábal sin ninguna justificación, que fuera al partido ante el Llanes sin las botas de jugar, y el que no acudiera a los desayunos del grupo cuando el equipo jugaba por la mañana.