El Sporting B se aleja de las dos primeras plazas tras sumar un empate en Miramar. Resultado que hace justicia a lo que se vio en el campo durante un choque intenso y en el que cualquiera pudo llevarse la victoria. La buena actuación de los porteros evitó que hubiera más goles. El filial rojiblanco está ahora a cuatro puntos del líder Avilés.

En los primeros minutos, el Sporting B intentó llevar la iniciativa, pero el Marino fue el que se adelantó muy rápido, en tan solo siete minutos, gracias a una buena internada por la izquierda de Jairo Cárcaba que centró y Pablo Suárez se la pasó a Pevida para que superara a Dani Martín. Los luanquinos tuvieron sus mejores minutos a partir del gol. Poco antes del cuarto de hora, tras un centro de Viesca, Pablo Suárez estuvo a punto de aumentar la ventaja local pero la anticipación del portero del filial lo impidió.

El Sporting B tardó en reaccionar y empezar a crear peligro. La primera aproximación no llegó hasta la media hora con un remate de Isma Cerro excesivamente cruzado. En los últimos minutos del primer periodo el Sporting B dio un paso adelante y pasó a dominar la contienda, aunque sin generar peligro ante un Marino bien colocado.

Tras el descanso, los rojiblancos siguieron llevando la iniciativa y tuvieron ocasiones por medio de Claudio y Víctor Ruiz, pero en ambos casos se encontraron con una buena respuesta de Davo. El empate llegó a los 62 minutos tras un saque de falta que pilló descolocada a la defensa luanquina y el centro de Juan Rodríguez fue rematado en boca de gol por el recién incorporado Rubén Sánchez. El tanto dio alas a los rojiblancos y Cayarga, el delantero más destacado del filial, gozó de dos oportunidades para desnivelar el marcador, pero de nuevo Davo estuvo providencial.

En el tramo final quien gozó de las mejores ocasiones fue el Marino. A los 81 minutos un disparo de Llerandi desde casi el centro del campo estuvo a punto de sorprender a Dani Martín. En el 90 Cárcaba disparó alto tras una cesión de Polo y en la prolongación el portero sportinguista evitó la derrota de su equipo rechazando con apuros un remate de Polo desde el área pequeña.