La visita del Oviedo a La Romareda tiene bastante de examen, una prueba para medir la capacidad de reacción del equipo fuera de casa tras las dos últimas salidas (Huesca y Alcorcón), en las que encajaron nueve de los 17 goles que los azules llevan en contra esta temporada. Los futbolistas del Oviedo lo saben y, por eso, esta semana en cada discurso hay una referencia a Zaragoza, una especie de conjura, una cuestión de orgullo.

"Es un punto de partida para que no vuelva a suceder", señaló ayer Christian Fernández, dueño en el lateral izquierdo, uno de los futbolistas más regulares en las últimas fechas, ausente en Alcorcón. "Nueve goles en las dos últimas visitas es inconcebible y nos debe servir como escarmiento", dijo, y vio en esa bipolaridad azul una cuestión de "mentalidad". "Lo comentamos nosotros mismos. Tenemos que afrontar el partido como si jugáramos en casa ante 15.000 personas. Todo para por eso, por nosotros", señaló Christian, que ayer no se entrenó. Y dio la receta que ya se sabe de la mejor versión del Oviedo: "Solvencia defensiva, equipo serio que no concede y efectividad en ataque".

El cántabro, que ayer recibió el premio que otorga mensualmente la marca de cervezas Mahou como mejor jugador del mes, se puso como reto "ganar los dos partidos" antes del parón con el objetivo de "mantener la proyección" y "ser un equipo de los de arriba" para luchar por el ascenso.

Por otra parte, el club azul puso ayer a la venta 100 entradas para el partido de Zaragoza a un precio de 20 euros. Cada socio podrá adquirir dos localidades, una para él y otra para otro socio, presentando el DNI de cada uno y los dos carnets de abonados. Las localidades se podrán comprar en la tienda oficial del club en el centro comercial Modoo.