El Nápoles de Maurizio Sarri es un equipo ofensivo con su 4-3-3, una rareza en el fútbol italiano. Sin embargo, los números apuntan a un bloque sólido, con sólo 15 goles recibidos en 16 jornadas de Liga, por 32 a favor, lo que le ha regalado al cuarto puesto, tras la Juventus, Roma y Milán. Además de dos viejos conocidos para la afición madridista, Albiol y Callejón, los jugadores más llamativos del Nápoles son el centrocampista eslovaco Hamsik y los delanteros Mertens e Insigne. Ha perdido potencial ofensivo por la marcha de Higuaín y la baja de su sustituto, el checo Milik, que sufrió una grave lesión de rodilla cuando llevaba siete goles en nueve