El Real Madrid debuta esta mañana ante el Club América de México en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA (11.30 horas/La 1) en busca de un puesto en la final del torneo donde se enfrentaría al Kashima Antlers, representante japonés que ayer eliminaba sorprendentemente por un contundente 3-0 al Atlético Nacional colombiano, el campeón sudamericano.

El conjunto de Zinedine Zidane, gran favorito para conquistar el torneo, afronta la cita de hoy consciente de que la confianza podría ser su peor enemigo. La enorme diferencia de nivel entre el campeón europeo y el resto de participantes podría hacer caer en la trampa al cuadro merengue si subestima a su oponente.

Eso es lo que no quiere Zidane, que reservó a sus primeros espadas el pasado fin de semana ante el Deportivo para llegar pleno de gasolina a las semifinales del "Mundialito" y que ayer insistía en que "no somos favoritos para nada". Sin embargo, quien no estará es precisamente el héroe del triunfo ante los gallegos y del anterior empate en el Camp Nou: el central Sergio Ramos, que arrastra una sobrecarga muscular desde entonces.

Esa es la única baja del conjunto merengue -además de la conocida del galés Bale- para un partido que no debería suponer grandes problemas y que llega en buen momento para los recuperados Kroos y Casemiro, quienes ya han tenido oportunidad de jugar algunos minutos antes de realizar el viaje a tierras niponas.

La historia juega en favor del Real Madrid en este torneo. Los blancos, campeones en 2014, nunca han perdido en el Mundial de clubes. Los de Chamartín han jugado seis partidos con un balance de cuatro victorias y dos empates, pero más allá de los números en este certamen, los de Zidane presentan una imponente estadística de 35 partidos seguidos sin conocer la derrota.

Los vigentes campeones de Europa, con Cristiano estrenando "Balón de oro", el cuarto de su palmarés, suman 26 victorias y 9 empates desde su última derrota -en abril ante el Wolfsburgo en la Liga de Campeones- habiendo jugado ante Atlético y Barça en sus respectivos estadios, o habiendo visitado al Dortmund o Manchester City, entre otros, en la máxima competición continental.

Este es el mejor aval para un Real Madrid que pretende volver a bordar el logo dorado de la FIFA en su camiseta. Una cita cuya gran amenaza es la relajación o la confianza, la misma que dejó en el camino al Atlético Nacional, el campeón de Sudamérica, en su estreno ante los anfitriones nipones.

El Club América, por su parte, no ha podido conmemorar su centenario de mejor manera. Los mexicanos superaron en cuartos de final al Jeonbuk Hyundai surcoreano (1-2) y despejaron la tensión para cumplir con su presencia entre los cuatro mejores del torneo.

Las "Águilas", el cuadro dirigido por Ricardo La Volpe, llegan habiendo recuperado a su capitán Rubens Sambueza, cuya presencia dará más dominio a los centroamericanos en la posesión del balón. La responsabilidad goleadora recaerá en Silvio Romero, que atraviesa un gran momento tras anotar los dos goles en el partido de cuartos ante el Jeonbuk.

Los mexicanos, en caso de ganar, se convertirían en el primer equipo de su país en alcanzar la final del Mundial de Clubes. Para el Madrid, por su parte, sería la segunda tras la de 2014, cuando ganó 2-0 en Casablanca al San Lorenzo argentino. De lograr su segundo título el Madrid igualaría al Corinthians brasileño y quedaría a uno del Barcelona.